"Yo no quiero discutir con nadie, no quiero discutir con los clientes. Ellos son clientes míos". Eso es lo que dijo Juan, en un rebusacado español, sobre el incidente ocurrido la noche del jueves en la puerta de su supermercado de Uruguay al 1200 y que derivó en que cuatro balazos perforaran el portón del comercio. Aunque el episodio llevó a pensar rápidamente en un ajuste de la mafia china, luego se esclareció como un hecho de violencia urbana.
Juan tiene 30 años y llegó desde la provincia china de Fujian. Está a cargo del súper "Suerte" desde hace menos de un año y aproximadamente a las 22 de anteayer mantuvo un acalorado cruce de palabras con Leandro, un vecino que reside en la misma cuadra del comercio. Y lo que comenzó con una discusión menor porque Juan no pudo ingresar su auto a una cochera ya que el vehículo de Leandro se lo impedía, terminó con éste disparando con una pistola calibre 22 contra el portón amarillo del súper. Poco después Leandro terminó detenido acusado de abuso de armas y hoy será imputado en una audiencia oral por la fiscal de Flagrancia María Angeles Granato.
Juan vive en el mismo súper con su esposa. Leandro Gabriel C. tiene 42 años, es distribuidor de pescados y reside en la misma cuadra desde hace 7 años junto a su esposa y un hijo pequeño. Ambos se conocen, a tal punto que Leandro es cliente de Juan.
El incidente que los enfrentó comenzó, según Juan, a las 21.40 del jueves cuando intentó guardar su auto en una cochera. Al intentar ingresar se topó con el vehículo de Leandro, que según le dijo a Juan estaba descompuesto. "Estaba el auto y el volquete (de la basura). Le pedí que lo corriera y me dijo que no. Yo no quiero discutir con los clientes, entonces me subí al auto y lo llevé de un paisano", explicó Juan.
"Volví al supermercado porque ya estábamos cerrando y entonces vi que venía (Leandro) a hablar. Yo estaba con mi mujer. Empecé a cerrar el portón porque no quería hablar con él. Me habló y le dije que no quería charlar. Que hablábamos por la mañana. Entonces me pegó un puñetazo en la frente. No fue fuerte pero me hizo enojar. Se quería meter en el negocio y yo lo saqué a las patadas. Entonces se metieron otros (vecinos) y él se fue para la casa", relató Juan. "Al ratito volvió pero con un arma. Y desde la vereda de la pizzería (frente al súper) comenzó a disparar. Hizo cuatro disparos", explicó el comerciante. "Yo le miraba los ojos y los tenía rojos, estaba muy loco", indicó Juan.
Según se indicó, tras el ataque Leandro subió a su Toyota Hilux y se fue, aunque el parte policial indicó que fue detenido frente al súper. Y la camioneta fue encontrada a poco más de una cuadra del allí, estacionada en Deán Funes y Mitre. La policía la abrió y secuestró una funda de pistola pero no el arma. Tampoco la halló en la casa que allanó por orden de la Fiscalía.
"Yo tengo cámaras. Las grabaciones se la llevó la policía, se ve todo", relató Juan a LaCapital. Hoy a la mañana Leandro escuchará de boca de la fiscal Granatto la imputación, aunque Juan repita en su rebuscado español una frase recurrente: "Yo no quiero tener problemas con los clientes".