Los empleados de una financiera de zona sur fueron asaltados la tarde del lunes por un hombre que ingresó armado y en menos de siete minutos se alzó con unos 150 mil pesos. El ladrón, de unos 30 años, aparentemente conocía el movimiento del lugar y entró a cara descubierta aunque con lentes oscuros.
Se trata del cuarto asalto en dos años a la financiera Corefín de San Martín al 5200. El atraco ocurrió a las 16.05 según indicó la cámara de vigilancia colocada en el hall de ingreso. El botín consistió en el dinero de los préstamos cobrados por la entidad y lo recaudado en concepto de impuestos y servicios por una caja de Pago Fácil.
Luego de entrar y saludar a los empleados, el ladrón esgrimió un arma (las víctimas no pudieron distinguir si era un revólver o una pistola) y se manejó con total calma. En el lugar hay dos box ocupados por personal administrativo y una caja con otro empleado. El hampón hizo levantar de sus escritorios a los empleados y los llevó hacia la parte de la caja, en la parte trasera del local.
Los empleados creyeron reconocer al asaltante como quien los asaltó más de una vez de las últimas cuatro. Y les llamó la atención que se manejara tan "tranquilo".
"Los empleados me comentaron que es el mismo de siempre. Ya les robaron cuatro veces en dos años: en agosto pasado, en enero y en mayo y es claro que el hombre conoce los movimientos".
El delincuente no levantó la voz en ningún momento y se mantuvo firme en sus amenazas para amedrentar a los empleados,. Sólo les dijo que si no "hacían locuras" nada sucedería.
Una vez en la zona de la caja fue por el cambio y la vació para después acompañar a los empleados a la bóveda y allí retirar el grueso de la recaudación. "Escuché que se llevó unos 150 mil pesos", dijo un comerciante de la cuadra.
Los tres empleados quedaron encerrados en la bóveda pero al estar cerrada desde afuera pudieron liberarse sin mayores problemas. Una empleada sólo dijo que "no nos lastimó ni fue agresivo. Quedamos en la bóveda por un ratito pero después salimos y no vimos nada".
En tanto la cámara de vigilancia registró que el ladrón se desplazaba por el salón, iba hacia la puerta y hablaba con una persona que llegó al lugar en moto. Luego se subió a la moto en la que había llegado siete minutos antes y se alejó sin llamar la atención con 150 mil pesos en un bolso.