C on una cara muy distinta a la del Javier Pinola que salió lesionado, muy dolorido y en camilla el jueves por la noche de la cancha de Central, ayer el defensor canalla recibió sonriente y con buen ánimo a su familia, gran parte del plantel auriazul y a algunas pocas visitas, en su habitación del sanatorio Mapaci. Desde allí mandó tuits (ver aparte), tomó mates y hasta se sacó fotos que se viralizaron en las redes. Y eso que tenía motivos de sobra para estar con mal ánimo. El martes próximo lo operarán por la fractura cerrada (no expuesta) que padeció en el tercio medio de la tibia derecha, en el encuentro ante Atlético Nacional de Medellín, por la Copa Libertadores. La lesión lo dejará fuera de las canchas por varios meses. No sólo se perderá las instancias que le quedan a Central en la Libertadores y en el torneo local, sino que no podrá ser parte de la Copa América del Centenario que se disputará en junio en Estados Unidos.
Así lo confirmó anoche en el último parte, el médico de Rosario Central, Marcos Diez. "Se calculan entre cuatro y seis meses para que pueda volver a jugar un partido oficial: correr va a poder antes. Lo importante es que está sin dolor y de buen ánimo", dijo el traumatólogo canalla.
El jugador está internado para control del proceso inflamatorio y del dolor. "Viendo la buena evolución de la herida, programamos la cirugía para la semana que viene. Estas lesiones, de alta energía, generalmente pueden provocar mucha inflamación y vamos a estar controlando eso. El proceso secundario está bien", dijo el médico dando a entender que no hay ni ampollas ni infección en torno a la herida.
"El día de la cirugía se le colocará un clavo endomedular de tibia. Lo bueno es que la fractura no es expuesta", resaltó Diez. El médico recordó que Pinola, de 34 años, "tuvo una fractura menor en el otro tobillo", y de alguna manera explicó así que esta lesión es más importante.
El especialista dedujo que la fractura pudo haberse producido por dejar Pinola el pie fijo en el piso y resistir el peso del otro jugador sobre la tibia.
"Lo bueno es que fue una fractura con indemnidad de peroné, lo cual la hace más estable. El no tenía movimiento en la zona de la fractura, apenas lo vimos con el kinesiólogo pensamos lo peor. El quería seguir jugando, se quiso bajar de la camilla, quiso probar y ahí se dio cuenta de que era imposible. Yo no vi la lesión, pero me dicen que los compañeros escucharon un ruido. El ruido de la fractura es característico, los que la han escuchado no se la olvidan, es como cuando se quiebra una madera".
Cómo fue. Apenas iban dos minutos del encuentro que Central ganó por 1-0 ante Atlético Nacional por la ida de los cuartos de final de la Copa, cuando Pinola llegó exigido a disputar una pelota con Felipe Aguilar. Fue impactado por el defensor colombiano, luego de ejecutar el rechazo. El árbitro brasileño Sandro Ricci amonestó al defensor canalla por esa jugada.
Pinola inmediatamente pidió asistencia médica y luego intentó volver, pero el dolor era demasiado y, entre lágrimas, fue reemplazado por Pablo Alvarez..
Pero el mal trago en la cancha parecía olvidado ayer. Es más, Pinola alentaba a los visitantes y felicitaba a su equipo.
Avanzada la tarde, las directivas médicas fueron claras. "El paciente no puede recibir visitas". Así que en el sector preferencial de internación del sanatorio donde se encuentra Pinola se apostó un guardia de seguridad que hizo cumplir la orden.
Por suerte para unas empleadas canallas del Mapaci la decisión médica fue anterior a que ellas, con algo de inhibición pero mucha admiración, le pidieran permiso para sacarse una foto.
"Es divino, estaba almorzando y sin embargo, nos hizo pasar y se fotografió con la mejor de las ondas", dijo Graciela y mostró la foto con su ídolo, que ya tiene como fondo de su celular.