El fiscal Nicolás Arias pidió que un hombre sea condenado a prisión perpetua como autor intelectual de un crimen por encargo cometido en Ushuaia en 2009, y ejecutado por tres rosarinos ya condenados. El móvil del asesinato fue la falta de pago de un cargamento de 100 kilos de cocaína que la víctima halló dentro de un velero en el que era tripulante durante un viaje a España.
La Fiscalía solicitó en su alegato la máxima pena del Código Penal para Diego "Diente" Pérez, de 45 años, por el homicidio agravado en perjuicio de Claudio Omar Prada, quien tenía 40 años al momento del hecho. El representante del Ministerio Público dio por "acreditado" que el imputado contrató a tres sicarios rosarinos, ya condenados a prisión perpetua por el caso, para que viajaran a la capital fueguina y asesinaran a la víctima de un disparo en la cabeza en junio de 2009.
En cambio, el abogado Pedro Fernández, defensor de Pérez, dijo en su alegato que "no se aportaron pruebas definitivas para considerar como cierta la hipótesis de la acusación". Por lo tanto, el letrado requirió la "absolución de culpa y cargo" de su cliente, quien estuvo prófugo de la Justicia durante seis años y fue detenido en noviembre del año pasado durante un operativo de tránsito en Capital Federal.
Por su parte, la querella representada por los abogados Cristian Prada (hermano de la víctima) y Eduardo Toscano, no pudo alegar en el juicio porque el tribunal hizo lugar a una objeción de la defensa, basada en el vencimiento de un plazo procesal. Los jueces Rodolfo Bembihy Videla, Alejandro Fernández y Gustavo González darán a conocer el veredicto el próximo miércoles.
El caso. Según la Fiscalía, Prada encontró 100 kilos de cocaína disimulada entre las paredes del velero que tripulaba y decidió esconder la carga en una playa próxima a Porto Seguro, en Brasil, para después encomendarle a "Diente" que la recuperara y la vendiera. También dio por demostrado que el acusado se quedó con la droga y, ante las amenazas de la víctima que reclamaba el pago y comenzó a hablar de la situación en círculos de amigos en común, ordenó matarlo.
Por su parte, Pérez declaró en el juicio que jamás tuvo contacto con el cargamento de cocaína y que no tenía ningún motivo para plantear el crimen. Aunque admitió que se dedicaba a la comercialización de estupefacientes y que por ese motivo conocía a los tres hombres ya condenados como coautores del homicidio: Héctor Omar Caraffa, de 33 años; y los hermanos Maximiliano Oscar y Gustavo Ariel Farías, de 33 y 40 años respectivamente, oriundos de Rosario y que concurrían con frecuencia a Ushuaia a vender droga. De esa forma justificó los llamados telefónicos con los autores materiales del crimen y haber ido a buscarlos al aeroparque porteño Jorge Newbery cuando regresaron de Tierra del Fuego tras el hecho.
"Nunca existió ninguna deuda con Claudio (Prada). Lo único que le debía era un pasaje de avión y la estadía en un hotel. Nunca planifiqué su muerte y soy inocente", repitió Pérez en sus dos declaraciones indagatorias prestadas ante el tribunal durante este juicio oral.
El último viaje. "Diente" manejaba dos hostales en Ushuaia y viajaba con frecuencia a Brasil, hasta que quedó vinculado con la causa y ya no volvió a la ciudad. Ese regreso fue evitado "no porque tuviera algo que ocultar en relación al crimen, sino porque temía que me relacionaran con la venta de estupefacientes", afirmó en el debate.
El acusado también aseguró que "es falsa" una foto aportada al expediente donde se lo ve posando junto al cargamento de droga, lo que motivó análisis periciales y el testimonio de un experto ofrecido por la defensa.
La Justicia fueguina condenó a prisión perpetua en 2013 a los tres sicarios rosarinos como coautores materiales del asesinato, aunque en ese momento no se pudo juzgar a Pérez porque estaba prófugo.
La causa estuvo siempre sujeta a vaivenes judiciales, ya que antes del juicio de 2013 hubo otro que fue declarado nulo, donde los tres sicarios que habían llegado desde Rosario fueron absueltos. El sospechoso estuvo seis años prófugo de la Justicia y fue detenido el 21 de noviembre 2015, durante un operativo de tránsito en el barrio porteño de Recoleta.