Pequeños susurradores que regalan palabras al oído
Primero hicieron la prueba en el jardín, luego entusiasmaron a los padres y los invitaron a
escuchar palabras susurradas en una de las esquinas del barrio donde funcionan las salitas de nivel
inicial (en Mendoza y Matienzo); pero fueron por más y quisieron compartir la idea con quienes
pasean por pleno centro de Rosario.
5 de noviembre 2010 · 01:00hs
Primero hicieron la prueba en el jardín, luego entusiasmaron a los padres y los
invitaron a escuchar palabras susurradas en una de las esquinas del barrio donde funcionan las
salitas de nivel inicial (en Mendoza y Matienzo); pero fueron por más y quisieron compartir la idea
con quienes pasean por pleno centro de Rosario. Así el martes pasado se pararon en Córdoba y
Corrientes con sus maestras, simplemente para llevar a los oídos de los peatones retazos de poemas
de Neruda o de Octavio Paz. La experiencia la protagonizó el Jardín de Infantes Nº 46 Albert
Schweitzer y se la conoce como "Los susurradores", o "Ruiseñores".
La idea es simple y original a la vez. Se trata de transportar mensajes a través
de largos tubos de cartón (decorados por los chicos), a quien desee pararse por un momento.
"Buscamos dar y recibir la palabra, en este caso susurrada por niños, familias y maestras en medio
del ruido y el apuro cotidiano de la ciudad", cuenta la profesora Silvana Moscariello, una de las
docentes que acompañó la iniciativa.
Así llegaron a oídos de grandes y chicos, "frases y mensajes de Neruda, Octavio
Paz, Freire, entre otros grandes del arte y la literatura intentando detener al menos por un
instante el estrés de los que pasaban por la esquina", agrega. Junto a otras docentes destacó que
es un aprendizaje "que no olvidarán jamás".
Después de susurrar, los chicos regalaban al que recibía la palabra, una tarjeta
confeccionada por ellos donde escribieron el nombre del correo creado para recibir comentarios,
ideas y sugerencias ([email protected]). Y no tardaron en
llegar: "Me dio mucha ternura ver a los chicos brindando un momento distinto. Fue un instante en el
que escuché una frase bonita, que se oía tan suave. Me fui con una sonrisa, cuando caminaba muy
seria pensando en todo lo que tenía que hacer antes de volver a mi trabajo", escribió Gabriela.
El trabajo se inició en el jardín con la recopilación de nanas, rimas, textos
poéticos que circulaban por los hogares de los chicos de 5 y 4 años. Más tarde llevaron la idea de
hacerse oír "sin interferencias". Por eso ese tubo que llega al oído sólo para estar dispuestos a
escuchar al otro.
En este emprendimiento participaron junto a los chicos, las maestras del jardín
Mariela Allemma, Silvana Moscariello, Daniela Bonuccelli, Marcela García, Claudia Pepiche y la
directora Nidia Pascual.