Un proyecto busca llevar la ciencia al aula. Se llama "Libreciencia" y es desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La iniciativa busca transferir conocimientos científicos a los docentes primarios y secundarios para que, a su vez, los compartan con sus alumnos en las aulas.
Según Eleonora García Véscovi, responsable del proyecto "Libreciencia", directora de la carrera de doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Rosario e investigadora de lBR-Conicet, se trata de "un trabajo de alfabetización científica". La idea inicial, explica García Véscovi, fue reclutar a doctorandos que estuvieran desarrollando su tesis con la vocación de hacer divulgación de la ciencia en las escuelas. Luego, generar pequeños dispositivos experimentales para acercar a los docentes con el propósito de llevarlos a las aulas. Asimismo, se contempló la elaboración de un material didáctico audiovisual para que los docentes utilizaran de guía.
El proyecto, que comenzó hace tres años, se basó en una premisa: usar materiales que no fueran sofisticados, es decir, que cualquier escuela, aun sin tener un laboratorio, pueda desarrollar experiencias sencillas. "Con juntar cuatro pupitres y utilizar materiales reciclados, se puede llevar a cabo todo el trayecto del método científico sin necesidad de estar en un laboratorio especializado", aclara la investigadora.
Los profesores en un principio se manifestaron temerosos por la falta de capacitación, por cuestiones de bioseguridad o por no contar con los elementos necesarios, como un microscopio, por ejemplo. Por esta razón, una de las metas del proyecto fue justamente la capacitación, mostrarles el camino. En principio, brindándoles talleres y luego yendo a las escuelas a realizar las actividades frente a los alumnos, para que más tarde puedan replicarla. "Ellos son los que pueden propagar esta acción, superar esa barrera de lo experimental en la escuela", sostiene García Vescovi.
"El experimento en el aula es importante porque es la única manera de despertar la curiosidad", afirma la investigadora y aclara que es imposible hacer ciencia sin experimentar y trabajar sobre esa base. "Hacer una pregunta, generar una hipótesis al respecto y tratar de demostrarla".
En relación a la respuesta de los alumnos sostiene que es una actividad poco habitual en la escuela, pero genera interés porque pueden poner las manos a trabajar, hacer observaciones y despertar "esa curiosidad natural del niño que se hace preguntas frente a un fenómeno de la naturaleza".
Otra meta del proyecto es romper con el estereotipo del científico enajenado que no tiene contacto con la sociedad, que no habla el mismo lenguaje que los otros, que no tiene los mismos intereses que su generación. "Aquí hay jóvenes que también tienen intereses artísticos o deportivos, como cualquiera, y por curiosidad siguieron una carrera científica, que requiere esfuerzo y perseverancia, pero que es accesible como cualquier trabajo".
Actualmente el proyecto está enfocado en seguir haciendo alfabetización científica en distintas instituciones educativas del país, pero también desarrollar actividades en centros culturales y recreativos. Este año realizaron una actividad abierta a la comunidad en el Museo Provincial de Ciencias Naturales Doctor Angel Gallardo. El proyecto cuenta con tres años de existencia y cientos de docentes capacitados en más de 30 escuelas.
Fuentes: www.unr.edu.ar/educ.ar
Programa del Conicet Rosario
Con el cierre del ciclo lectivo, llegó a su fin la edición 2016 del programa "Los científicos vuelven a la escuela" organizado anualmente por el Conicet Rosario. En esta oportunidad los investigadores, becarios, técnicos y profesionales de la institución visitaron a unos 3.300 alumnos y 120 profesores de escuelas primarias y secundarias de Rosario y localidades cercanas.