Si quienes representan a los vecinos no lo hacen, entonces, ¿cuál es su función? ¿Cómo se explica que ayer ocho concejales se hayan abstenido de votar en un tema tan sensible como la autorización a Rowing para violar el Código Urbano? Los ediles del Frente para la Victoria, del cavallerismo y del PRO dieron quórum y después miraron para otro lado.
Los vecinos a quienes el gimnasio les quitó la visión franca del río merecían al menos que se hubieran jugado por un voto a favor del club o en contra. Rowing hizo lo que quiso. Construyó seis metros más alto de lo que podía y ahora se lo autorizó a violar las normas "un poquito menos".
Lo mismo sucedió a la hora de votar la creación de la playa de estacionamiento del parque España. Ahí cinco se abstuvieron (otra vez FPV, PPS y una edila del PRO) y permitieron que un jugoso fondo de dinero ingrese a las arcas de la Fundación parque España, que por cierto acaba de recibir un subsidio de 220 mil pesos del gobierno provincial. Ahora embolsará durante 5 años los 6 pesos por hora que dejarán los cerca de 300 autos que estacionan allí diariamente.
Si nuestros representantes ni siquiera votan cuando deben hacerlo, entonces, ¿para qué están?
Los discursos no sirven si no se acompañan de acciones concretas. Para cambiar hay que participar, de eso se trata. Y ayer la participación estuvo por demás de ausente en el Concejo Municipal.