Gerardo Martino nunca lo va a decir públicamente. Y está bien que no lo haga. Porque es de los entrenadores que antes de romper con la salubridad grupal se corta las manos. Pero la obligación periodística invita a escribirlo de una vez por todas sin ánimo de herir susceptibilidades de los adoradores de Carlos Tevez. Para el Tata, en toda circunstancia posicional o estratégica que entrega un partido, los tres delanteros titulares inamovibles son Messi, Agüero y Di María. Cualquier semejanza con el pensamiento de Alejandro Sabella es pura casualidad. Lo cierto es que en la cabeza del DT el Apache se sienta en el banco como un suplente calificado. De lo que también hay plena certeza es que en este proceso del seleccionado Tevez nunca tendrá la influencia imperial que hoy demuestra en Juventus. Y esto no invalida para nada lo que el Tata piensa de él. Asegura que es un crack extemporáneo. Hasta se lo escuchó decir que un chico de seis años está convencido de que Tevez es de lo mejor que anda dando vueltas en la Play Station. Pero las características del Apache no calzan como un guante en el funcionamiento que quiere Martino para la selección. Este equipo necesita de atacantes que se desplieguen y sean eslabones participativos y no alguien que resuelva por sí solo. Para eso sólo está Messi.