Al igual que todas sus compañeras de equipo, Jessica Millamán envió el pedido de fichaje a la Asociación Amateur de Hockey sobre Pista y Césped del Valle de Chubut para jugar el torneo 2016 de la liga femenina de esa provincia. Pero su solicitud fue la única rechazada. Jessica tiene 31 años, juega al hockey desde los 14, es transexual, trabaja como peluquera y desde hace cuatro años posee DNI con identidad femenina. Forma parte de la defensa del plantel de intermedia del Club Atlético Germinal de Rawson. Y si bien ya había competido en 2013, esta vez se le impidió participar. Lejos de decidir renunciar a la pollera de hockey, Jessica impulsó una campaña en las redes bajo la consigna "#Todxs somos Jessica #Basta de discriminación". Inmediatamente cosechó múltiples gestos de solidaridad. La ficharon y jugó un partido. Jessica ya ganó por goleada y con ella los deportistas discriminados por su orientación sexual.
"Pago mis impuestos, trabajo, no le pido nada a nadie, mirá si no voy a pelear por mis derechos como ciudadana en una entidad deportiva", dijo la jugadora en diálogo con Ovación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que "la salud" es un estado de completo bienestar físico, mental y social. Y una popular premisa afirma que "el deporte es salud". Entonces, ¿cómo se entiende que una entidad deportiva ponga vallas al desarrollo de una persona?¿Qué argumentos se arguyen para semejante decisión en un país donde en 2012 se sancionó la ley de identidad de género y en el que está vigente una norma de salud mental que se opone a la patologización de las personas trans (ver aparte)? El subsecretario de Diversidad Sexual de la provincia y vicepresidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), Esteban Paulón, arriesgó dos respuestas y analizó el caso.
"Los obstáculos siempre se sustentan en dos premisas: el de la ventaja deportiva, que se cimenta sobre la base de los géneros débiles y fuertes, cosa que es falaz porque hay mujeres más fuertes que otras y que muchos varones, y en realidad es la práctica deportiva y el entrenamiento lo que marca la diferencia. En los últimos juegos las mujeres levantaron pesos que muchos varones no podrían y las atletas trans compitieron con su género. El Comité Olímpico ya lo superó. Pero bueno, en algún momento se argumentaba desde la genética que los negros tenían ventajas deportivas por sobre los blancos... El otro argumento es la supuesta incomodidad al compartir un vestuario. Increíble: no todo el mundo se desnuda en un vestuario, sobre la intimidad siempre se pueden hacer acuerdos. Pero además, Jessica fue respaldada por sus compañeras y la federación, a su pesar, tuvo que inscribirla, cuando se supone que el deporte debería ser competencia, juego e integración. ¿Miedo a qué se tiene?".
Al posar la mirada en Santa Fe, Paulón aclaró que no hay en esta provincia una denuncia del tenor de la de Jessica. El dato lo ratificó el presidente de la Asociación de Hockey de Litoral, Juan José Boretti. "¿Qué postura tomaría la asociación local en caso de que se presentara un caso como el de la chubutense?", le preguntó este diario al directivo.
"Contestaré desde lo personal porque soy un lego en la problemática. Lo único que puedo decir es que con el resto de los directivos de la asociación seguramente analizaríamos con seriedad el tema intentando no vulnerar los derechos del deportista. Si es necesario consultaríamos el caso con profesionales que nos orienten, porque no hay letra escrita sobre el tema. Estas son problemáticas actuales y hay que actuar con la mente lo más abierta posible".
El caso de la jugadora de hockey de Chubut no fue el primero en el país. Ya en 2012 la travesti Natasha del Valle reclamaba jugar en el equipo de hockey de primera del club Sportivo Desamparados de San Juan. Lo logró, pero cuando debutó oficialmente tuvo la mala suerte de marcar el gol del empate (1-1) ante la Municipalidad de Chimbas. Llovieron las críticas de rivales y árbitros que denunciaban como "injusta" su orientación sexual. Argumentaban que tenía "mayor fuerza" que el resto de las jugadoras. Es más, cuando quiso hacer un curso de árbitro también se lo impidieron. Presentó una denuncia en el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (Inadi). Finalmente la dejaron jugar en el torneo femenino. Días atrás la sanjuanina llamó a Jessica para contarle su historia y darle aliento. Dos partidos ganados.
Las leyes
La ley de identidad de género (26.743) permite a las personas trans inscribir en su documento el nombre y sexo de acuerdo a su elección. Y la de salud mental (26.657) prohíbe diagnosticar a los trans como enfermos.