Facundo Mangano hoy es minoría. Uno contra 7 mil. Es el único hincha de Newell's que nació y vive en General Cerri, el pueblo del club Sansinena que hoy, a las 19.30 se enfrenta al rojinegro en Junín, por la Copa Argentina. Todo el pueblo ubicado a sólo 15 kilómetros de Bahía Blanca hinchará hoy para el plantel tripero del sur. Facundo no; mejor dicho no totalmente, porque vivirá los 90 minutos con el corazón dividido.
"Va a ser difícil", dijo el hombre que nació hace 30 años en "Cerri" (como se llama al pueblo por esos pagos), marido de Belén, padre de dos hijos y plomero y gasista, igual que su padre y su hermano el también futbolista.
Dice "difícil" y así lo parece como en tono de triple parodia: primero porque Facundo se hizo leproso en otra provincia y por un vecino que no era rosarino; segundo porque es hermano de Patricio, nada menos que el volante central de Sansinena y tercero porque nunca pensó que viviría un partido como el de hoy.
"¿Nunca me hubiera imaginado que el día que el club de mi pueblo jugara en primera se iba a cruzar con Newell's", dijo por lo bajo y luego le confesó a Ovación que irá a la cancha, junto a cientos de vecinos y sus hijos, "porque el pueblo tira y la sangre también: para Newell's será fácil volver a jugar en una Copa, para Sansinena... ojalá se repita", señaló.
¿Cómo llegó Facundo a hacerse hincha de Newell's viviendo a algo más de 660 kilómetros del club del Parque? La incógnita la devela él mismo.
"Yo tenía un vecino de apellido Martino (Edgardo) que por asociación admiraba al Tata (Gerardo) en su mejor época como jugador -fines de los ochenta, principios de los noventa-, miraba todos los partidos y yo con él. De tanto ver jugar a Newell's me hice leproso", contó.
A pesar de la distancia Facundo es un hincha con todas las de la ley, fue a varias veces a la cancha a ver jugar al rojinegro, mira y sufre en todos los clásicos y tiene "una" camiseta, con el número 19.
"A Newell's lo vi en cancha del Parque contra Ferro, cuando el equipo de Caballito descendió. Fui varias veces a Rosario porque mi hermano jugaba en Renato Cesarini y cuando íbamos a visitarlo, si podía iba a la cancha. También lo fui a ver a Bahía Blanca contra Olimpo y en un clásico de verano contra Central, en Necochea, (en 1997), donde lamentablemente ganó el canalla 2 a 1", recordó. Y relató como consiguió la camiseta.
"Es la única que tengo, me la mandó de regalo Hugo Barrientos (jugó en la Lepra en 2009/2010), que es amigo de mi hermano. Mis hijos tienen también unas chiquitas, no originales y que ya les quedan chicas, pero como acá no es fácil conseguirlas se las pongo igual...", dijo en referencia a sus herederos, los mellizos de 4 años, Tiziano y Adriano.
Cuando se le pide que elija ídolos leprosos, apunta a varios: "El Tata, Iván Gabrich, Gamboa, Heinze; hoy Maxi, Scocco, pero sobre todo el Gringo Scoponi, alguna vez jugué en el arco y fue por él".