La de ayer fue la quinta jornada de entrenamiento de Teófilo Gutiérrez en Rosario. Sólo Coudet y sus colaboradores lo habían visto en acción. La de ayer fue la primera jornada en la que la prensa tuvo contacto visual con el delantero ya en acción. Claro que no hizo nada fuera de lo normal, porque se movió al igual que sus compañeros. Sí se lo vio de buen semblante. Respondiendo de la manera más enérgica posible ante cada orden del Chacho y el profe Ernesto Colman.
La primera etapa, que incluyó trabajos de reacción y explosión, siempre con pelota, lo mantuvo atento, hasta con una sonrisa permanente o una broma como aliada. Después llegó la parte más dura del entrenamiento, donde el balón quedó de lado. Para el cierre llegó el fútbol en espacios reducidos, con algunas pautas muy puntuales, como suele suceder (una de ellas era que había que jugar a dos toques). Integró el equipo de pecheras naranjas, junto a Agustín Alastra (arquero, 17 años), Jonás Aguirre, Torsiglieri, Camacho, Colman y Joaquín Pereyra. Casi siempre en zona de gatillo, merodeando el arco rival, pese a la rotación que suele haber en este tipo de ejercicios. Ni siquiera la exigencia del entrenamiento logró sacarle ese semblante divertido que ayer mostró. Sobre el final hasta se hizo tiempo para bromear con José Luis Fernández, a quien le tiró una patada sin pelota luego de que el volante le robara el balón. Por si hace falta aclararlo, el ex Godoy Cruz sonrió y se sumó a la broma. Aparentemente a su equipo no le fue muy bien en la suma de puntos, pero era lo de menos. Elongación mediante, el colombiano, ya con los botines rojos en la mano, se marchó al vestuario.