La renuncia de Aníbal Fernández a la presidencia de la Confederación Argentina de Hockey (CAH), cuando aún le restaba casi un año de mandato, impactó fuerte, especialmente mediáticamente. La decisión tuvo que ver con los acontecimientos "de conocimiento público" relacionados a su participación en el gobierno kirchnerista. Y con un procesamiento judicial en el medio. Corrido Aníbal de la escena, la responsabilidad máxima cayó en manos de quien venía desempeñándose como vice, la salteña Sandra Isola.
Isola, que hace largo rato viene siendo dirigente (también lo hace en el hockey de su provincia), que participó de la gestión de Daniel Marcellini, la anterior a Fernández, y fue miembro de la Federación Internacional de Hockey (FIH), tomó el mando inmediatamente. Y sin reparos se paró frente a los micrófonos. Se presentó como tal el miércoles en Buenos Aires, en la presentación de la camiseta de los seleccionados e inmediatamente voló a Mendoza para observar de cerca la Liga Nacional. Ya en funciones, dejó conocer sus sensaciones y objetivos. Reacomodamiento inmediato.
—¿Cómo estás ya con la noticia asimilada de tener que ser la encargada principal de conducir los destinos del hockey argentino?
—El martes nos enteramos, primero me sentí sorprendida, después me dio tristeza perder a un compañero de trabajo, y luego lo acepté. Ya está, era una decisión tomada y tengo el apoyo de mis pares. Todo dirigente espera en algún momento llegar a ser presidente, me pareció una buena oportunidad la que se presentó para seguir adelante en todo lo que venimos haciendo hace tres años.
—Pero se da en un contexto particular. ¿Se valora de la misma manera el cargo?
—Sí, se da en un contexto particular pero el desafío se plantea y acá estoy.
—¿En qué pensaste cuando sucedió lo de la renuncia de Aníbal?
—En todo lo que me gustaría hacer, en lo que falta, en cómo mejorar algunas cosas, en felicitar por todo lo que se hizo. Esto es empezar de nuevo y cuando pensás es como una montaña rusa, pero las que se me vienen a la cabeza son todas cosas buenas.
—¿Con Aníbal ya hablaste?
—Nos mensajeamos, me deseó suerte y se puso a disposición, eso me gustó mucho, ya vamos a tener un minuto para llamarnos y decirnos las cosas que nos quedaron guardadas a los dos.
—¿Cuáles son las prioridades?
—El bienestar de los jugadores y cuerpos técnicos que están por viajar a los Juegos Olímpicos. Hay que organizar eso de manera que sea perfecto para ellos y que en lo único que tengan que pensar sea en jugar y disfrutar. Debemos terminar con nuestro sistema de capacitación, hemos adquirido muchísima tecnología y no hemos terminado de adaptarla. Es un sistema fantástico con el cual cada entrenador en su casa va a poder ver entrenamientos de los seleccionados y todo lo que nosotros subamos a la burbuja. Nos está costando por un espacio aéreo más que por otra cosa. Y lo otro es empezar a sacar entrenadores al interior. Queremos que el interior surja, me gustaría muchísimo juntarme con las provincias para hacer centros de alto rendimiento, que los venimos planificando hace muchísimo y no podemos llegar. El tema económico nos traba, las provincias tienen otras prioridades y las podemos entender. Entonces, hay que salir a buscar en la actividad privada que alguien nos ayude.
—¿Cómo tocó internamente a la CAH esta renuncia, las denuncias sobre las canchas no asignadas, la sanción de la FIH quitándole los torneos a la Argentina?
—Económicamente estamos bien, se hizo a través del tiempo un colchón importante. El tema de la FIH fue una negociación en la que no pudimos hacer mucho para evitar la suspensión del torneo (el Champions Trophy de caballeros que debía jugarse en Tucumán este año). Fue en un momento en el que pasamos de un dólar de 9 a un dólar a 16, teníamos que afrontar un vencimiento de 550 mil dólares, que más derechos de TV y demás ascendían a 750 mil. La verdad es que es muchísimo para nosotros. Se podrían hacer tantas cosas con ese dinero... Se tomó la decisión de pagar lo que se debe, nos penalizaron por pagar tarde, pero ya vamos a manejarlo de otra manera. Hubo un distanciamiento, volvemos a empezar las negociaciones. Hay que seguir y Argentina es una plaza fantástica, nos llevamos muy bien con la FIH y vamos a seguir trabajando.
—¿Esa recuperación la puede hacer sola la CAH o necesita del Estado nacional?
—Sí. Ya hablamos con el secretario de Deportes (Carlos Mac Allister), ya nos recibió el presidente (Mauricio Macri). Las Leonas son campeonas de todo, venden un montón, el hockey es muy importante en el país y el gobierno lo sabe, entonces son procesos... Empezamos de nuevo. Vamos a estar muy bien.
EM_DASHHablaste de los centros regionales. Conocés la realidad del interior por ser de un club de Salta. Sabés cómo están la Liga Nacional y el Campeonato Argentino. ¿Todo esto es solucionable a corto plazo?
—En la última reunión en que estuvo Aníbal presidiendo nos pidió que empecemos a trabajar en una Liga superadora, el martes estuvimos trabajando todo el día en eso y fue fantástico, porque nos escuchamos todos. Ha cambiado la Liga, le hicimos un "touch" al formato y para el año 2018 tenemos algo que es muy bueno. Estamos convencidos de que tenemos que juntar fondos para que la Confederación aporte a la Liga porque hoy la pagan los jugadores. Nos pusimos la firme convicción de ver cómo pagar, en qué etapa. Siempre fue potestad del consejo querer que la liga se supere, porque para nosotros el jugador es lo más importante. El cambio que se hizo para este año que fue drástico tenía el fundamento de hacer que el que estaba abajo sienta que el premio era extraordinario y que entrene y se mate por ese premio. Tenemos que hacer que el interior reacciones de una manera superlativa. Se viene lo más lindo, los Juegos Olímpicos.
—¿Te animás con algún pronóstico para Leonas y Leones?
—No te voy a decir. Pasito a pasito.