El presidente de Estudiantes de San Luis y toda su Comisión Directiva presentaron la renuncia al club y la participación del equipo en el torneo de la Primera B Nacional quedó seriamente comprometida.
Ya que no quedó ningún dirigente del club en funciones, las llaves del predio quedaron en manos de la esposa del encargado del bufet.
Con fuertes críticas hacia el gobernador de la provincia, Alberto Rodríguez Saá, Carlos Ahumada presentó su renuncia a través de una nota en Personas Jurídicas.
Un importante dirigente de la Primera B Nacional dijo que "es incierta" la continuidad del equipo en el torneo, que este fin de semana debería visitar a San Martín de Tucumán.
En caso de no poder jugar en lo que resta del certamen, el plantel quedará seriamente afectado por no poder desarrollar su trabajo y principalmente porque tendrá complicaciones para cobrar los sueldos.
A los futbolistas ya se les adeudan cuatro meses de haberes.
En la nota, Ahumada —que gerenció Talleres de Córdoba y tuvo una polémica salida también— atribuyó el portazo "a la campaña de hostigamiento sistemático del gobierno de la provincia encabezado por Alberto Rodríguez Saá, utilizando los medios de comunicación estatales para llevarla a cabo".
Además, culpó al Estado provincial de "tramitar la solicitud de un barra para conspirar contra esta Comisión Directiva".
A su vez, en el escrito se hace referencia a la "solicitud expresa que nos hiciera llegar Alberto Rodríguez Saa a través de esta persona para que dejáramos de formar parte de la Comisión Directiva y nos alejáramos del club".
Por último, se indicó que quedó a disposición una contadora "para cualquiera requerimiento de información contable o administrativa" y que las llaves del predio "El Coliseo", que pertenece a la institución, quedaron a cargo de una persona que vive hace 11 años allí, la mujer del encargado del bufet.