Una pena que esta página no pudo hacerse con los festejos de Argentina campeón. Otra vez las imágenes no coincidieron con las ganas de todos. Y las fotos del partido se transformaron en desazón.
Por Mauricio Tallone
Una pena que esta página no pudo hacerse con los festejos de Argentina campeón. Otra vez las imágenes no coincidieron con las ganas de todos. Y las fotos del partido se transformaron en desazón.
Durante el juego, en esos 120 minutos en los que el seleccionado nacional no pudo romper el cero, como en la Copa América anterior. Ni en esa pelota que debió entrar y se fue junto al palo que encabeza esta hoja.
No se dio esa atajada de Romero en los penales que hiciera recordar a aquellas de Goycochea en el Mundial del 90.
Tampoco el trofeo en alto en las manos del capitán, que hubiese sido tapa si lo levantaba Messi.
Ni hablar de las infinitas muestras que hubiesen llegado desde todo el país celebrando, acá en el Monumento a la Bandera o el mítico Obelisco porteño.
Entonces, hubo que buscar en medio de la decepción las imágenes de otra final adversa.
Esperando que termine de ser costumbre. Que todo se acerque a los caminos hasta las finales, que por fin se corte la mala racha.