Beligoy dio los motivos por los que suspendió el clásico. "En la salida de los jugadores de Central no hubo una desgracia de casualidad", dijo
Beligoy dio los motivos por los que suspendió el clásico. "En la salida de los jugadores de Central no hubo una desgracia de casualidad", dijo
Federico Beligoy impartió justicia en el clásico del domingo entre leprosos y canallas. Tuvo un arbitraje correcto, aunque debió tomar la decisión de suspenderlo cuando la suerte ya estaba echada a favor de los visitantes. Ayer el juez habló con Ovación y expresó que "está tranquilo" con su desempeño y lamentó "que la fiesta se haya empañado" por los incidentes del final. "No pasó una desgracia de casualidad", dijo en referencia a la salida de los jugadores de Central.
Respecto de su trabajo puntual expresó que "no hubo ninguna jugada polémica y dentro de todo salió un partido limpio por decirlo de alguna manera. Nosotros terminamos conformes y eso es suficiente".
Claro que el foco de la charla estuvo en lo que fue el desenlace del cotejo. "No es para nada lindo que haya terminado como terminó. Cuando prácticamente se había desarrollado todo el partido y faltaba muy poquito para el final. Siempre aparecen este tipo de personajes que parecería que disfrutan de empañar una fiesta. Estábamos a punto de suspender y cuando pasó la agresión al asistente (Ezequiel Brailovsky) fue el límite que no podemos dejar pasar. No me hizo falta consultar a nadie", contó.
"Es vergonzoso que a los jugadores de Central les hayan costado salir de la cancha porque una manga no se infló. Les arrojaron muchos proyectiles y no pasó una desgracia de casualidad", enfatizó.
Consultado por del informe que remitió al tribunal de disciplina, dijo que "no puedo adelantar nada por una cuestión protocolar. Es confidencial. Los directivos de los clubes tendrán acceso al informe".
Y concluyó: "Sería mucho mejor que estos clásicos pudieran terminar en paz y que la gente vaya a disfrutar de un espectáculo deportivo y nada más. Sería lo ideal. Es un evento al que viene gente de todo el mundo a verlo. Es uno de los clásicos más pasionales del fútbol argentino y siempre hay gente que les gana a las personas que tienen ganas de ver un espectáculo en paz y se termina empañando la fiesta".