La única jugada combinada leprosa fue a los 28', entre Formica y Scocco, que se murió al ingresar al área. El único remate al arco claro fue de Nacho, a los 87'. Una evidencia de lo mal que jugó Newell's en la primera etapa. Y en la segunda, aunque ahí corrigió algo. Y si el arco leproso quedó en cero se debió exclusivamente a la falta de puntería de Temperley. ¿Algo más? Se nota que el equipo de Osella anda derechito con la fortuna.
Pareció como que el dueño de casa dijera "yo pongo la pelota y juego como quiero". Eso sí, con falta de punch. Porque la redonda pasó por los pies de sus jugadores y los rojinegros corrieron tras ella, y llegaron siempre tarde, sólo para evitar lo que el Gasolero pretendía hacer. Aunque, las intenciones celestes no encontraron eco en el resultado.
El tema estuvo en la zona media. Donde Quignon y Mateo no encontraron las posiciones y dejaron campo libre para que Temperley se animara, que se soltara, con buenas tareas de Cólzera y Mancinelli. Claro, no tuvieron final, como tampoco Marco Figueroa, y la Lepra zafó. Y eso que Voboril le dio todas las ventajas. Que Advíncula también le pedía perdón a Osella por los errores. Y para adelante lo dicho, Formica y Scocco como dupla no funcionaron. Menos Isnaldo, que desaprovechó la chance. Es que todo era jugar a defender.
A medida que transcurrió el partido Temperley se fue cayendo solo. Siempre con el protagonismo que increíblemente Newell's le dejó tener, sin demostrar ninguna condición por la que hoy está en la posición de escolta.
Lo que continuó fue esa característica que parece tener este rojinegro: la fortuna. La de no perder cuando la lógica conducía a que eso sucediera. Si no, basta con mirar en la tele la repetición del cabezazo que Marcos Figueroa (un ex Central) tiró muy arriba del travesaño al conectar solo en el área chica un centro de Ariel Cólzera, la figura del partido. Claro, tener la suerte de ganar era demasiado para los de Osella. Por eso no entró esa que Scocco encontró en una contra a los 87' y que buscaba red en el arco al que la pelota no entró porque la sacó Palacios, el número 90 del local.
Y hasta tres minutos de adicional tuvo que aguantar Newell's el 0 a 0. Ese resultado que pareció que vino a buscar. Al menos desde el juego que se vio en la cancha. Y tuvo suerte, se lo llevó a Rosario.
Formiliano jugó sólo un tiempo
Fabricio Formiliano anda torcido. El uruguayo debió ser reemplazado por Sebastián Domínguez en el entretiempo a causa de una molestia en el aductor y no se descarta que sea una distensión, según el parte médico. Si se confirma, le llevará dos semanas de recuperación.
El tiempo que le demandará estar en óptima plenitud física pone en duda su presencia contra Gimnasia y Esgrima en el Coloso dentro de 15 días. Lo favorece que esa fecha no se jugará el próximo fin de semana por la suspensión del fútbol debido a las
eliminatorias sudamericanas. Pero llegaría al límite.
Si se tiene en cuenta que una semana después del enfrentamiento con Gimnasia será el clásico en el Gigante, el cuerpo técnico rojinegro puede llegar a preservar a Formiliano contra el Lobo platense para tenerlo al ciento por ciento para el encuentro frente a Central.
En una situación parecida se encuentra Maximiliano Rodríguez, con una distensión en el aductor derecho que lo privó de jugar ayer en Temperley. La Fiera también es otro que hoy no se sabe si jugará contra Gimnasia o si se lo cuida para el clásico.
Formiliano jugó por primera vez en este torneo en la victoria sobre Atlético de Tucumán. A 3' del final salió por un calambre en el isquiosural. Y en la pretemporada también tuvo una lesión que lo relegó al principio del torneo, hasta que apareció de titular contra los tucumanos.
En tanto, se espera que para el próximo partido se recuperen Prediger, de la fractura en el dedo de un pie, y Matos, de la tendinitis en el tendón de Aquiles.
Isnaldo, titular y no respondió
Aprovechar las chances es una virtud y en el fútbol no existen demasiadas para dar el salto de calidad. Y dejarlas pasar, como le sucedió a Eugenio Isnaldo, es duro. El pibe, aunque ya no tanto porque se encamina a los 23 años, fue titular por la ausencia de Maximiliano Rodríguez y falló. No hizo una para destacarse. Ni las pelotas paradas tiró bien. Le faltó rebeldía. En los excesivos 80' que estuvo en la cancha dio un paso para atrás. Es cierto que con un Newell's desdibujado, que eso también le jugó en contra. Seguro tendrá más oportunidades, pero de arranque será difícil. Al menos eso parecería teniendo en cuenta la respuesta que tuvo en cancha.
En su lugar ingresó Víctor Figueroa, que intenta ganarse de a poco el lugar que supo tener. Claro, no pudo hacer nada en diez minutos, pero sin dudas que no le falta temple para la responsabilidad. También ahí pisando los talones aparece Héctor Fértoli, ayer en el banco y sin ingresar. Los tres muy lejos de Maxi, que sin destacarse en lo que va del torneo tiene los pergaminos suficientes para postergarlos. Obvio, ni bien se recupere de la leve distensión en el aductor derecho estará entre los once. Y si levanta al menos un poquito su nivel, Newell's lo podrá disfrutar. Ayer lo extrañó pese a que no estaba hecho una fiera.
Y entre los que apuntan a mira al arco de enfrente desde el juego ofensivo, también volvió sobre sus pasos Mauro Formica, quien no fue ni por asomo el Gato de los últimos dos partidos, más allá de la asistencia a Scocco al final. La Lepra lo extrañó. Demasiado.
Con Mateo no se quiso arriesgar
Cuando Diego Mateo recibió la tarjeta amarilla por una infracción en la mitad de cancha,
Diego Osella no dudó ni un instante. Minutos después dispuso reemplazarlo para evitar quedarse con uno menos. Pomelo ya tenía el antecedente de la roja en el debut contra Quilmes (0-1).
"A Mateo lo vi cansado y con amarilla", explicó el entrenador sobre el cambio por el volante central, a los 59'. Fue 3' más tarde la infracción que le valió la amonestación.
Osella optó por el ingreso de Juan Ignacio Sills para que cumpla la misma tarea de Mateo. Prefirió mantener la estructura, antes que apostar a un futbolistas de otras características, que le pueda aportar más fútbol.
El entrenador quiso evitar quedarse con uno menos, como sucedió en la 2ª fecha contra Tigre, cuando Sebastián Prediger estaba amonestado y lo sacó para que entre Sills. Una variante bajo la misma óptica que la que realizó ayer.