Al partido le sobró todo el primer tiempo. No pasó nada de nada en la primera mitad y en el complemento fue un compendio de emociones en el que el local pasó por todos los estados de ánimo imaginables en un partido: la alegría de abrir el marcador, la decepción por la igualdad del rival, la euforia por dos goles en pocos minutos que parecían haber liquidado todo, el temor por el segundo tanto de la visita, la angustia por la encerrona en la que quedó en los minutos finales y la explosión de alegría por ese pitazo final de Baliño que lo hizo respirar y festejar un triunfo muy dificil. Y así obtener la tranquilidad que otorga haber quebrado la racha de tres derrotas consecutivas y de seguir, ahora con más holgura, en zona de Copa Libertadores.
Fue pálido de principio a fin ese primer tiempo. El protagonismo de Newell's y el partido en sí. Porque el equipo de Osella nunca en esa primera mitad le llevó preocupaciones a un Olimpo que se preocupó más por cuidar el cero en su propio arco que en generar algo parecido a una jugada de ataque. Y sin embargo, el que llegó poco y marcó fue el local.
Hasta los 40', Newell's había tenido la pelta pero nunca la pudo distribuir con precisión o limpieza. Hasta 5' antes del final, el equipo local mostró mas intenciones que ideas y sólo preocupó al fondo de Olimpo los 10', cuando Maxi Rodríguez sacó un bombazo de derecha que pasó muy cerca del palo derecho de Gabbarini.
La visita estuvo mas preocupado en mantener su orden futbolístico, pero fue mezquino a la hora de proponer algo en ofensiva.
En ese panorama, no aparecían en el local los que saben y pueden con la pelota (leáse Formica y Maxi) y no había acompañamiento ni sorpresa.
Así, hasta el minuto 40', el fútbol había estado ausente. Pero el empeño de Fértoli y el primer intento más contundente de Newell's con llegar con juego asociado se aunaron para que el delantero aprovechara una buena habilitación de cabeza de Formica, eludierav a Gabbarini y definiera para el 1 a 0.
Cuando lo intentó y fue claro, el local desequilibró. Poco pero efectivo, aunque en el balance de esa primera mitad el rojinegro consiguiera apenas un aprobado desde lo futbolístico.
El segundo tiempo tuvo en esos 10 primeros minutos todos los ingredientes que habían estado ausentes en toda la primera mitad. Porque al minuto Isnaldo se lo perdió solo muy cerca del arco. Porque 50 segundos más tarde el excanalla Fernando Coniglio aprovechó un muy centro desde la izquierda que superó a Dominguez y metió el cabezazo medido junto al palo izquierdo de Pocrnjica para el empate.
Y después volvió a tocarle el turno a Newell's. Y a los 4' Maxi Rodríguez definió un muy buen pase filtrado de Mansilla y puso el 2 a 1.
Y a los 7' el local terminó de consolidarse cuando Isnaldo habilitó por el medio del área a Fértoli, quien definió el tercero, el segundo de su cosecha personal. Era otro Newell's, más despierto, más comprometido, más incisivo y ahora convertido en un gran conocedor de las insospechadas desatenciones defensivas del equipo aurinegro.
El partido se transformó desde lo emotivo. Porque Newell's se hizo más efectivo desde los pies de un Formica más presente y un Maxi más activo, muy bien acompañados por un ambicioso Isnaldo y un Fértoli enchufado.
Sin embargo, Olimpo apostó a quemar las naves y llegó a poner cinco hombres en posición neta de ataque. Sin embargo, fue un defensor quien quebró el marcador. A los 24', Caballucci lanzó un centro desde la izquierda, Domínguez no pudo otra vez en el salto y Pantaleone metió un preciso cabezazo de espalda al arco que desorientó a Pocrnjic y marco el 3 a 2.
Y la visita se fue con todo y a los 30' fue Coniglio quien, de pique al suelo, saco un remate que se elevó y al bajar terminó pegando en el travesaño y se fue afuera.