Javier 'Chicharito' Hernández y Oribe Peralta llevaron a México a cuartos de final de la Copa América Centenario, al anotar los goles para la victoria 2-0 ante Jamaica, en partido del Grupo C jugado la noche del jueves en el Rose Bowl Stadium de Pasadena (California).
El CH14 firmó en el minuto 18, de cabeza, el gol número 45 de su carrera con el Tri, colocándose a uno del récord histórico que posee Jared Borguetti. Peralta completó la obra en el 81.
Con esta victoria, México llega a seis puntos, misma cantidad que la también clasificada Venezuela, pero con mejor promedio de goles, lo que le asegura por el momento el primer lugar de su llave.
En la última fecha del Grupo C, el martes próximo, México enfrentará a Venezuela en choque de invictos, y Uruguay se mide a Jamaica en la despedida de ambos del torneo. El ganador de esta llave se mide en cuartos de final al segundo del Grupo D, que conforman Argentina, Panamá, Chile y Bolivia.
Juan Carlos Osorio, el entrenador colombiano del Tri, despejó las dudas en torno a quien ocuparía la plaza del volante Andrés Guardado, y en su lugar colocó a Miguel Layún (FC Oporto).
Guardado fue expulsado en la victoria (3-1) contra Uruguay en el anterior partido y debía cumplir un juego de suspensión. Estará habilitado para jugar el tercer encuentro del Tri, contra el invicto Venezuela el lunes.
La celeste decepcionó
La historia se repite un año después. Como en Chile, la falta de gol de Uruguay lo dejó afuera de la Copa América Centenario, aunque esta vez antes, porque ni siquiera se clasificó a cuartos de final. Y duele más esta vez por varias razones.
La primera, porque ahí, en el banco de suplentes, estaba Luis Suárez. La otra vez suspendido y en ésta lesionado. La segunda, porque se queda afuera en una serie en la que estaban Venezuela y Jamaica.
Sin desmerecer a nadie, el rival más duro parecía ser México, pero el segundo lugar parecía más que accesible. La tercera, porque se perdió el invicto ante la vinotinto en Copa América y hasta con el árbitro Loustau, con el que siempre había ganado la Celeste.
Y la restante, y no menos importante, es por la decepción hacia la gente maravillosa que acompañó a esta selección, que la arropó, la alentó y hasta la hizo emocionar. Por eso el gesto del capitán Godín al marcharse hacia los vestuarios, tocándose el corazón y pidiéndole perdón a los hinchas.
Nada pudo torcer el destino de Uruguay en esta Copa. Acá no hay excusas de nada. Simplemente el equipo no funcionó y se va con cabeza gacha.