El correntino Leonardo Mayer se quedó ayer con el abierto de Hamburgo tras superar en la final al alemán Florian Mayer por 6/4, 4/6 y 6/3 y volverá a estar dentro de los mejores 50 jugadores del mundo.
Mayer, quien recibió una invitación como lucky loser (perdedor afortunado) para jugar en el cuadro principal, llegó al título que lo hará saltar del puesto 138 del ránking mundial al 49 desde hoy.
Mayer se impuso a su homónimo alemán en dos horas de juego.
El Yacaré celebró tiernamente el título. Había pasado un par de horas cuando disparó desde su cuenta de Twitter una foto con su hijo Valentino, de apenas seis meses.
"Con mi mayor logro en brazos... lo demás va y viene", escribió el correntino, con su hijo en brazos y a un costado, en un segundo plano, el trofeo (una hélice dorada) apoyado en el banco del vestuario.
Pasaron 26 años para volver a ver ganar a un jugador argentino ingresando al cuadro principal como lucky loser. En San Pablo 1991 se había consagrado llegando por esa vía Christian Miniussi.
Mayer se llevó el primer set con autoridad ante el alemán por 6/4, aunque en el segundo parcial se apoderaron los nervios del jugador argentino y cometió errores, que le hicieron perder terreno en el resultado.
El rival se llevó la manga 6/4, pero el correntino volvió a aparecer en el tercer período para quebrar en el octavo game y poder cerrar el partido definitorio por un claro 6/3.
Un salto al top 50
Después del bajón en su carrera que lo hizo descender del ránking mundial (en 2017 no había pasado los octavos de final hasta este certamen) y de las primeras planas de los principales torneos, Mayer dio el salto y consiguió la gloria en Hamburgo otra vez, al igual que en la edición 2014.
Con esta victoria, el historial del correntino con su homónimo alemán quedó arriba 2-1, ya que anteriormente le había ganado en Delray Beach 2010, contra el triunfo del teutón en Halle 2013.