Newell's necesitaba sonreír. Tenía toda la obligación en el debut de visitante con un Quilmes armado con un rejuntado. Y lo logró, pero padeciendo mucho más de lo que pensaba. Lo hizo de la mano de Ignacio Scocco, el que armó la jugada, fabricó el penal y le dio el triunfo al equipo de Diego Osella. Como para disimular la puesta en escena. Una que no fue del todo buena. Pero el resultado final alimenta las ilusiones, entrega tranquilidad para trabajar y desdibuja cualquier cuestionamiento.
Si hay algo que necesitaba la Lepra para empezar a desterrar las malas experiencias anteriores era recuperar el gol. Y que los delanteros dejen de lado la sequía. Fue Nacho el encargado de iniciar y cerrar el combo de manera personal, porque hizo todo cuando parecía que el partido se iba con un 0-0 tibio. Justamente el goleador de tiempo atrás que en el último tiempo venía peleado con el arco. Ya en la pretemporada había mejorado la puntería y ayer en el momento en que el equipo más lo necesitaba apareció para cosechar tres puntos valiosos en el arranque del campeonato.
Nacho no había estado muy participativo en la primera mitad porque tampoco la pelota le llegaba. El equipo estaba incómodo ante un Quilmes que se le animaba. Los que podían asociarse como Formica y Maxi Rodríguez no aparecían activos como el resto de los jugadores. El equipo no era tal, estaba desaparecido y encima frente a un rival que buscó prepotearlo en su cancha. Tuvo una chance clarita en el inicio cuando Domínguez peinó una pelota tras un córner, le rebotó en la pierna a Nacho y Rigamonti la sacó sobre la línea. Después el punta casi no apareció en la foto del partido.
Scocco sí se mostró comprometido con la causa, dando una mano a la hora de defender en ese afán del cuerpo técnico de conservar el arco en cero. Pero para vencer hace falta generar juego. Y Newell's tiene como meta principal sumar para engordar el promedio. Doblegar a Quilmes, un rival directo en el torneo, debía ser una condición indispensable. Por eso tenía que apostar a ganador. Hacer valer la diferencia futbolística aplicada en contadas ocasiones, sobre todo en el complemento.
Paradójicamente, Nacho y compañía tuvieron mayor participación cuando el equipo encontró la pelota y con un jugador menos por la roja de Mateo. Fue en este espacio cuando Newell's generó las mayores situaciones de gol, en una de ellas metiendo la cabeza tras un centro de Advíncula, pero la pelota terminó en las manos del uno quilmeño.
Newell's no quería irse con poco. Y Scocco quería continuar con la racha iniciada en la pretemporada. Por eso cuando el partido agonizaba hizo lo que mejor sabe y marca la diferencia. Arrancó con pelota al pie fuera del área, encaró con velocidad, se la tiró adelante a Coria presagiando que se iba camino al gol o el volante lo bajaba. Sucedió lo segundo y el propio atacante rompió el cero. Hizo todo, a lo Patoruzú, en una tremenda jugada.
Las nubes de la tormenta de las últimas horas se abrían ante el sol, que iluminó la sonrisa de los rojinegros abrazados en el campo de juego. La batalla había llegado a su fin con Scocco como protagonista de una tarde acelerada. Con un debut victorioso "para volver a confiar", como dijo Nacho tras consumar su faena.
"Ganar nos da confianza para trabajar"
"Sabía que en ese tiempo de partido, en el final, se juega al límite. Los jugadores están cansados y encaré, me pude meter adentro del área, el rival no se pudo frenar (Coria) y fue penal. Por suerte pude convertir y ganamos", expresó Ignacio Scocco, el artífice de la victoria leprosa.
"Terminé bien el partido, hice una buena pretemporada. En los entrenamientos me venía sintiendo muy bien y lo tenía que trasladar adentro de la cancha. La victoria nos viene bárbaro para poder trabajar tranquilos en la semana", afirmó el goleador rojinegro.
Además, Nacho expresó: "Necesitábamos un partido así para volver a confiar". Y agregó: "La verdad es que estoy contento con la victoria. Fue un partido cambiante. Pero en el segundo tiempo encontramos el juego que queremos. Rescato la actitud cuando quedamos con diez".