Mirar la tabla de posiciones para proyectar el clásico rosarino que se viene es caer en un extravío conceptual alarmante. Propio de alguien que entiende poco y nada de fútbol. Hasta un nene de dos años se daría cuenta de que en los números Newell's llega con seis puntos más que Central. Pero esa traducción estadística pocas veces dice la verdad sobre la diferencia que existe entre uno y otro equipo. Es que para jugar a la timba el mejor lugar para hacerlo es el casino y no una cancha. El fútbol se rige por otros tópicos. Sobre todo, un partido que siempre se descuelga de las realidades como el que se disputará el domingo. Por ahora, el verdadero intangible que los distancia es que Newell's llegará al Gigante con las pulsaciones a mil. Y no precisamente porque Diego Osella haya tenido un inconveniente de salud que, por suerte, ya es cosa del pasado. Mientras que Central saltará al césped de Arroyito dando toda la sensación de estar subido a un limbo futbolístico del que le cuesta bajarse.