Las malas decisiones, los errores o gestiones fallidas conducen a una situación como la que se encuentra hoy Newell's. Con escasa capacidad recaudatoria y deudas asfixiantes. Mucho ha logrado saldar en los últimos años, pero aún sigue acorralado. Porque hace mucho tiempo que no concreta una venta importante como para salir a flote. Los clubes viven, avanzan y subsisten con transferencias de jugadores, algo que los rojinegros no logran concretar, quizás por falta de materia prima o debido a que no se apuesta o respalda a los juveniles. La pocas operaciones que hizo fueron a bajo costo y que sirvieron para emparchar, no para obtener una solución concreta. La última gran transacción que entregó millones de euros a las arcas leprosas fue la de Ezequiel Ponce a Roma en casi cinco millones por el sesenta por ciento del pase (ver aparte). Después buceó en aguas turbulentas precisamente por falta de ingreso importante de divisas.
En enero de 2015, Newell's concretó la última transferencia importante. Pasaron siete mercados de pases y la dirigencia —la anterior y la presente— contrató más de lo que vendió. Y eso fue lo que condujo a una situación desesperante como la presente, donde los reclamos se fueron multiplicando en el tiempo hasta llegar a una situación límite.
La CD anterior —a favor posee la transferencia de Ponce— tiene gran parte de responsabilidad por las determinaciones adoptadas. Llegaron muchos futbolistas y en su gran mayoría pasaron sin gloria. El club fue endeudado más allá del paraguas judicial y todo derivó en la salida anticipada del ex presidente interino Jorge Riccobelli, quien tuvo que adelantar las elecciones.
La premura por sumar puntos motivó a que los actuales directivos pensaran en ese objetivo y el déficit económico se engrosó. Ingresó en un camino que no lo llevaba a la salida, tuvo que tomar determinaciones drásticas impulsadas por el juez (como desprenderse de las figuras para bajar el presupuesto) y si bien saldó algunos compromisos aún le queda uno importante para estar en el inicio de la Superliga.
Newell's se encontró con un Agremiados que exige el pago total y en efectivo de los más de veinte millones de pesos (desde el gremio hablan de cerca de 27). Y es inflexible en ese aspecto. Los dirigentes continúan en la búsqueda del dinero que le falta para cumplir antes del jueves, fecha límite para presentar el libre deuda al 30 de junio.
La solución llegaría con la venta de un porcentaje del pase de Milton Valenzuela (lo quieren San Lorenzo y Racing), quien se quedaría por una temporada más. Y si no pagaría con lo que recibirá de TBS (seis millones de pesos), una ayuda de la AFA y un crédito que obtendría para llegar a saldar lo adeudado.
Es cierto, solucionaría el problema del presente, aunque el tiempo pasa y los compromisos que la entidad tiene son mensuales. Con el arranque del fútbol el club tendrá ingresos por abonos, recaudaciones en los partidos que juegue de local, publicidad y televisión, pero no es lo suficiente para mantener toda la estructura de una institución inmensa. Las soluciones siempre fueron y seguirán siendo con transferencias importantes. Y Newell's desde enero de 2015 que no las tiene, por eso está pagando un costo alto a esa falla.
TBS: el juez dio el okey al acuerdo
El acuerdo de Newell's con TBS está cerrado y con la aprobación del juez Fabián Bellizia, quien lleva adelante
el paraguas judicial. El primer año con la nueva firma que vestirá a los rojinegros "es por 12 millones de pesos. Seis en cheques
y los restantes seis en ropa. Los valores serán entregados ahora", según le adelantó una fuente ligada a la negociación
a Ovación. Mañana se terminarían de firmar los papeles.