Central está en Medellín. Tarde pero seguro. Llegó cerca de la medianoche (23.57) al hotel San Fernando Plaza, situado en el coqueto Poblado. Y no está solo. Su arribo fue con un acompañamiento de varios hinchas que desafiaron la distancia, la economía, las obligaciones laborales y también un contexto donde los locales hacen sentir su condición de anfitrión.
Con todo dispuesto de antemano el micro estacionó en la explanada con las medidas de seguridad pertinente para evitar más contratiempos. Desde allí los jugadores fueron descendiendo con la premura del horario para cenar e ir a sus habitaciones sin demasiados trámites. Una hoja de ruta que el plantel no necesita memorizar. Aunque en esta ocasión demoró un poco más de lo previsto. Y de lo deseado. Es que además de una partida demorada hubo una escala incluida en Jujuy. Ya aquí el micro debió recorrer los 30 kilómetros que separan al aeropuerto del hotel con una lluvia permanente, y el camino es sinuoso porque en una parte asciende entre las montañas y luego inicia un marcado descenso, pero también con curvas y contracurvas, además de los escollos que ponen las obras que están realizando en ese trazado, entre ellos la construcción de un nuevo puesto de peaje.
El viaje es largo. Agotador. Y aunque el entusiasmo y las convicciones marquen bien al cansancio para no dejarlo jugar, es indudable que el descanso en el ámbito canalla se impone para iniciar hoy el primer día en suelo de Medellín.
El contacto con los medios rosarinos, porteños y alguno local fue breve, ya que el organigrama venía con tiempo perdido, razón por la cual la organización centralista avisó que hoy habrá una conferencia de prensa, tal vez del entrenador Eduardo Coudet y un jugador a designar, como así el horario.
Y por la tarde cumplirán con un entrenamiento en el estadio Atanasio Girardot a puertas cerradas, para luego quedar concentrados hasta mañana a la hora señalada para concurrir al estadio.
Los rostros de los futbolistas reflejaban el trajín. Pero más allá de los pormenores tendrán aquí un elemento a contemplar. Porque el cambio de clima es considerable. De las temperaturas otoñales de Rosario a un clima húmedo y caluroso de esta ciudad ya de por sí impone una alteración. Más aún cuando la lluvia o llovizna de esta época es una compañera casi permanente por aquí.
Claro que para los jugadores divisar camisetas propias entre los hinchas les fortalece la resistencia a estos detalles del traslado, más aún en una ciudad donde los simpatizantes de Atlético Nacional aseveran y repiten hasta la petulancia que no hay manera de que su equipo quede eliminado mañana aquí.
Pero esta es una característica del "paisa Nacional", no sólo para afuera sino también para adentro, ya que utilizan como refrán que "el peladito del DIM (Deportivo Independiente Medellín, rival clásico) cuando se encuentra con uno de los nuestros sabe que debe bajar la mirada". No obstante esto, vale resaltar, que con las nuevas leyes la violencia en el fútbol colombiano se logró reducir de manera ostensible.
Pero por las dudas, ya preparan una movida para esta noche en la zona del hotel San Fernando Plaza para buscar entorpecer el descanso de Central, algo típico en Copa Libertadores. Tan usual como improductivo.
En contraste ya muchas camisetas auriazules se verán hoy en el Poblado, sector de la ciudad que muestra la impronta de las inversiones edilicias y comerciales, marcando una diferencia con el tradicional centro de la ciudad, más popular y febril.
Central ya se alojó. Espera disputar el partido decisivo. Y ganar. Para mantener viva la ilusión.
En el aeropuerto hicieron volar la ilusión
Los hinchas siempre están. Y en ocasiones como estas más todavía. Ayer el plantel de Central recibió el apoyo de muchos simpatizantes que dieron el presente en el aeropuerto internacional de Fisherton para despedir al plantel que un par de horas después del mediodía partió rumbo a Medellín en vuelo chárter. Las muestras de afecto estuvieron acompañadas en todo momento por los cánticos referidos a esa clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores.
Después de la práctica matutina, el grupo almorzó en Arroyo Seco e inmediatamente abordó el micro para dirigirse al aeropuerto, donde desde unas cuantas horas antes ya estaban apostados los hinchas. El interno 4253 de Empresa Argentina se estacionó lentamente en la puerta principal de la aeroestación y allí los jugadores sí pudieron vivir de cerca el apoyo incondicional de los hinchas, que se quedaron hasta que el avión despegó primero hacia San Salvador de Jujuy (para hacer una recarga de combustible) y de allí a Medellín, desde donde anoche la delegación canalla ya hizo campamento.