"Ante Unión salió un típico partido de pretemporada, muy trabado y friccionado, pero en lo personal me sentí muy cómodo", fue la frase de Hernán Da Campo, uno de los jugadores que Montero le bajó a Leonardo Fernández para que le diera minutos de fútbol. Es más, una de las cosas que destacó fue el hecho de "haber aguantado bien los 90 minutos". En lo que tiene que ver con su rendimiento, "traté de hacer lo mejor y creo que salió bien". "Para todos fue una prueba y creo que el equipo respondió de buena manera", analizó el volante por derecha, quien dejó en claro que "todavía estoy disfrutando de haber vuelto a Rosario, pero sobre todo de lo que es Central. Todavía no hablé nada puntualmente con Montero, pero lógicamente que la expectativa es quedarme y poder pelear un puesto en el primer equipo. Jugar acá es lo que uno más quiere". Y agregó: "En lo personal siempre quise estar acá y ahora que me toca de nuevo trato de disfrutarlo al máximo. Por eso las ganas de quedarme". En ningún momento sintió que tanto él como algunos de sus compañeros hayan jugado con algo de presión para tener que demostrarle a Montero, quien "ya nos conoce a todos. El de Unión era un partido para disfrutar, intentar hacer un buen papel, pero sobre todo demostrarnos a nosotros mismos que podemos estar en la consideración". "En el medio del partido noté que íbamos demasiado para adelante y cuando pude traté de hacer una pausa para no entrar en el ritmo de Unión. Por ahí no me doy cuenta, pero hacer eso seguro debe tener que ver con la experiencia adquirida en el último año", apuntó.