Toda liga del interior tiene sus detalles particulares en cuanto a que los futbolistas no viven exclusivamente de esta profesión de futbolista y tienen otro empleo. Independiente de Chañar Ladeado no es la excepción. Entre muchos casos se puede citar el del volante Alfredo Russo, quien de día se pone el saco y la corbata para trabajar en la parte administrativa de la mutual que tiene el club y de noche se calza la pechera para entrenar con los coreanos. O del arquero Lautaro Arzuaga, quien tiene un lubricentro en el pueblo. En tanto que Guido Abasolo trabaja en una distribuidora de alimentos balanceados. Luis Anchaval, aparte de ser uno de los defensores del equipo, es uno de los encargados de cuidar el terreno de juego. Mientras que hay jugadores que estudian en Rosario, tales los casos del volante Guido Ferroni (ciencias económicas), el guardameta Marco Quintero (profesorado de educación física) y Facundo Luque, quien quiere ser fisioterapeuta.