Cuando desanda esos primeros pasos en el deporte y después específicamente en el hockey, Carla Rebecchi deja ver a un personaje muy divertido. Está relajada durante toda la entrevista, no para de sonreír y por momentos hasta lo hace antes de que se termine la pregunta. Ya sabe por dónde va el asunto. La hace amena, más de charla de café que de entrevista. Esto implica re dimensionarla, ya formalmente alejada de los micrófonos de, por ejemplo, una zona mixta o conferencia de prensa. Sólo que hay un dato que no pasa desapercibido y tira de la oreja durante la conversación. Rebecchi no para de moverse. En media hora de conversación nunca deja de moverse. Dice que de chica era "hiperkinética". De chica...
Fue su mamá Gabriela, profe de educación física y ex arquera de hockey, su fan Nº 1, la que la llevó por primera vez a hacer deporte: "Hice de todo. A los 4 años mi mamá me tuvo que llevar porque "no paraba". Hice gimnasia deportiva, tenis, pádel y bastante natación. A los 6 arranqué con hockey. No me acuerdo hasta qué edad, pero en un tiempo hice todo eso a la par", cuenta Carla que hoy tiene perfil bajo, pero en la adolescencia, como todo talento, tuvo su momento de rebeldía. "Tuve mi época de rebelde. Bah, no sé si es rebelde la palabra, pero a los 15 o 16 estaba en cualquiera, muy relajada. Estando en sexta quise dejar el hockey". Dice que por entonces ya soñaba con ser Leona, pero que no hacía nada por lograrlo. "Lo decía como cualquier chica dice que quiere ser Leona".
Cuando toca el tema de las mayores referencias de su carrera remarca a Cecilia Rognoni y a Mariana González Oliva, Leonas históricas al igual que Carla, nacidas deportivamente en Ciudad. "En ese momento a Las Leonas no las podías ver mucho por la tele, salvo algún torneo que por ahí pasaban, ni hablar de que no existían las redes sociales, de vez en cuando cruzabas a alguna de ellas en algún partido, aunque eso ya fue cuando fui más grande. A mí me marcaron Las Leonas de mi club. Me acuerdo de tener muy buena onda con Mari, que a veces venía y nos regalaba cosas. Yo tenía un montón de ropa de ella porque como era tan flaquita que me iba (se ríe, pícara). Seguro debo tener también alguna camiseta de ella guardada. Y de Ceci, obviamente también me acuerdo mucho. Haber podido jugar con ellas en el club fue increíble".
Vuelve a su paso por la sexta división y ahí agrega el dato insoslayable: el de haberse encontrado con el entrenador que más le enseñó. Hoy, justamente, su marido Jorge Lombi, como ella, goleador de la selección argentina. "Con él ya cambiábamos la exigencia, me acuerdo que lo odiaba. Llegabas cinco minutos tarde a la práctica y ya te colgaba el fin de semana. Me costó la adaptación pero creo que fue lo que me hizo cambiar la mentalidad en cuanto a mi relación con el hockey. Soñaba con ponerme la camiseta de la selección pero venía, jugaba y nada más. Después a Jorge lo volví a tener un tiempo en quinta. Fue de quien más aprendí, aunque él dice que yo no quería aprender, que no le daba mucha bola (risas). No es tan así, lo que pasa es que él siempre se enfocó mucho en la técnica y yo era bastante floja. Después él se fue a Europa. Pero me hizo ver que podía llegar a algo".
A aquella Carla no la descubrieron de manera mágica. Ni siquiera fue Sergio Vigil, quien la llevó primero al junior de la selección y luego la puso en la mayor. Fue sí Luis Bruno Barrionuevo, PF de Las Leonas durante tantos años, por entonces entrenándola en Ciudad. "¿Sabés cómo fue? Siempre lo cuento, no me olvido más. Antes del partido de primera viene Luis a decirme que él me veía condiciones físicas distintas, que veía algo en mí. Ah, y que le había tirado mi nombre a Cacho, que venía a verme. ¡No te imaginás los nervios! Por suerte fue bien, hasta metí un gol", cuenta ya mucho más relajada. La historia que siguió la conocen todos. Todos los que por lo menos siguen a Las Leonas desde hace años.
¿Y en el seleccionado de Buenos Aires cuánto jugaste?
Nunca estuve en los seleccionados de Buenos Aires siendo chica, me convocaron recién a los 17 años. Fui a entrenar, estuve un mes, no me gustó y no quise ir más. Dejé, no me divertía. Andaba con un dolor de rodilla en ese momento, así que quedó ahí.
¿No se te ocurrió jugar el Campeonato Argentino con Buenos Aires este año ya que no tenés más compromisos con Las Leonas?"
¿Cuándo es?