El primer contacto como entrenadores de Argentina y Bolivia también se produjo en Estados Unidos, pero en el ambiente cosmopolita sofisticado de Houston, en Texas. Fue en tiempos en que Gerardo Martino y Julio César Baldivieso asumían la responsabilidad máxima a la que pueden aspirar dos técnicos de fútbol: dirigir a sus respectivas selecciones.
Ahora esta Copa América itinerante, en la que cada viaje hay que cruzar de lado a lado Estados Unidos, los vuelve a poner frente a frente. Será Seattle, la ciudad más grande del estado de Washington y a sólo un par de horas de estar en la frontera con Canadá, la que motorizará otro enfrentamiento entre Martino y Baldivieso. Hoy sentados en los bancos de Argentina y Bolivia. Antes con los pantalones cortos puestos y con la camiseta de Newell's impregnada al cuerpo.
Justamente en este nuevo cara a cara de los entrenadores está el foco de interés para el hincha rosarino, sobre todo para el de Newell's, que puede jactarse de tener en la Copa a dos DT que compartieron la camiseta de sus amores.
Incluso, si a los fanáticos rojinegros no les falla la memoria todavía deben recordar aquel partido de la vida que jugó el actual técnico boliviano con la camiseta de Newell's. Fue nada menos que contra River en el Gigante de Arroyito (la Lepra estaba remodelando su estadio) y la particularidad de esa remembranza es que el gol de cabeza de Baldivieso llegó luego de una esas filtraciones en el área, con pelota pegada al pie derecho, que solía hacer el Tata. Las estadísticas también afirman que se jugó el 18 de noviembre de 1995 y Newell's ganó 3 a 1, con goles de Gustavo Raggio (ex DT de la institución), el búlgaro Velko Iotov y el tercero fue el de Baldivieso tras la gran jugada de Martino.
Martino y Baldivieso forjaron una relación de marcado respeto desde aquellos tiempos. Ambos coincidieron en Newell's en 1995, aunque en el medio hubo un lapso en el que no se vieron porque el Tata firmó para Lanús y Baldivieso en Bolívar de La Paz. Por supuesto que no son amigos ni tienen una comunicación que va más allá de alguna que otra consulta de ocasión relacionada con la profesión que desempeñan. Pero se valoran y cada vez que coinciden en algún evento futbolístico se quedan un buen rato charlando también de minucias cotidianas. Por eso, cuando mañana vuelvan a cruzarse en el estadio estadio CenturyLink Field de Seattle, un fuerte abrazo sellará esa buena onda que pegaron desde el mismo momento en que se conocieron.
En ese sentido, Martino siempre tuvo declaraciones elogiosas para referirse a su ex compañero. Por ejemplo, cuando Baldivieso agarró el fierro caliente que es ser técnico de Bolivia, el Tata no tuvo el menor reparo en definir a esa aventura "como un acto de coraje y valentía".
Hasta lo postuló como el técnico ideal para sacar de ese estado de parálisis futbolística en el que quedó Bolivia en los últimos años. "Me da mucha alegría que Julio César tenga la posibilidad de dirigir a la selección de su país. Nadie más preparado que él para devolverle la identidad al fútbol boliviano a nivel mundial. Conoce lo que quiere el hincha y además se preparó para eso", afirmó el DT de Argentina cuando le preguntaron por la asunción de Baldivieso, en agosto de 2015, justo en la previa del mencionado amistoso que disputaron en Houston como parte de la preparación para las Eliminatorias sudamericanas hacia el Mundial 2018.
Pero esos buenos augurios del Tata se los llevó el 7-0 con el que Argentina goleó a Bolivia con dobletes de Messi, Agüero, Lavezzi y uno de Angel Correa. Luego de aquella catastrófica derrota boliviana, como también lo fue el 1-6 que se trajo la selección dirigido por Diego Maradona desde La Paz, los jugadores del altiplano conocieron en realidad quién era y cómo pensaba Julio César Baldivieso: "Fue una verdadera vergüenza ver cómo mis jugadores les pedían cambiar las camisetas a Messi después de perder 7 a 0. Yo estaba llorando en el vestuario, mientras ellos decepcionaban a todo un país que confió en esta selección. Lo único que tenemos que hacer ahora es pedirle perdón a nuestra gente por cómo jugamos hoy", fueron las incendiarias declaraciones del ex volante de Newell's que recorrieron el mundo en aquel momento.
Pasaron los meses y todo parece indicar que el que tendrá que pedirle perdón a su país por el mal trabajo realizado en la selección será el propio Baldivieso. Es que Bolivia lució como una de las peores selecciones de la Copa América Centenario. No es casualidad que mañana enfrentará a Argentina ya con el cartelito puesto de equipo eliminado. También es verdad que podría pensarse que ya el miércoles estará haciendo las valijas rumbo a su país porque fue víctima de una mano negra en la derrota contra Chile, cuando el árbitro estadounidense Jair Marrufo le cobró un penal en el final por una dudosa mano de Luis Alberto Gutiérrez, que le significó la derrota.
Así como aún está en la retina aquella polémica ante Chile, tampoco hay que olvidarse de que perdió 2-1 en el debut contra Panamá, el mismo equipo que Argentina vapuleó 5 a 0 cuando Messi entró en acción.
Todas estas últimas referencias seguramente servirán como base de pensamiento para proyectar el nuevo choque cara a cara que van a protagonizar Martino y Baldivieso.
Se sospecha que se producirá un gran saludo entre ellos, de la misma manera que se intuye que Argentina se hará un picnic en la cancha como aquella vez en el amistoso en Houston. Encima es casi seguro que jugará Messi, otra lapidaria coincidencia para los bolivianos con relación a aquel partido en tierras estadounidenses.
Por todo esto no se espera que Argentina haga algún tipo de beneficencia con Bolivia. Ni por las tapas Martino les pedirá a los jugadores que saquen el pie del acelerador. Primero porque no quiere correr ningún riesgo y asegurarse el primer puesto del grupo D los antes posible en el partido. Tampoco el Tata está en condiciones de pensar en darle una despedida lo más decorosa posible a su colega y ex compañero de ruta en Newell's. Nada de eso se espera que ocurra, como tampoco una combinación nefasta de resultados que le haría perder a la selección el gobierno del grupo.
Un dato que puede darle algún tipo de esperanza a Bolivia para no pasar un papelón es mirar el video del último partido que jugaron en marzo pasado por las Eliminatorias sudamericanas en Córdoba. Fue también derrota por 2 a 0, con tantos de Mercado y Messi, pero al menos no soportó el suplicio del 7 a 0.
En los días previos a ese partido, Baldivieso habló públicamente y dio una muestra elocuente de la relación de confianza que mantiene con Martino: "El Tata me dijo que el partido se juega en Córdoba porque en Buenos Aires no tenían apoyo para incentivar a sus jugadores", afirmó ante los periodistas, quienes en ese momento se preguntaban por qué la selección se mudaba del Monumental y además por el mal campo de juego del estadio Mario Alberto Kempes.
Martino y Baldivieso vuelven a encontrarse en Estados Unidos, el país que los puso por primera vez frente a frente como técnicos de Argentina y Bolivia. Aunque, en realidad, aquella vez en Houston y mañana en Seattle son apenas detalles que alimentaron la amistad. Porque el verdadero hilo conductor que los unió en algún momento de sus vidas deportivas fue la camiseta de Newell's.