—Están trabajando con el fin de erradicar a las barras, ¿consideran que es posible hacerlo cuando ha pasado tanto tiempo y nunca se logró el cometido?
Por Luis Castro
—Están trabajando con el fin de erradicar a las barras, ¿consideran que es posible hacerlo cuando ha pasado tanto tiempo y nunca se logró el cometido?
—Estamos convencidos y trabajamos día a día para eso. Estamos convencidos, te lo digo sinceramente y no es un eslogan publicitario. Es un buen momento para disminuir todo a su mínima expresión. Sabemos que es un proceso largo, pero elegimos el camino más difícil. El más fácil es dejar pasar las cosas y que no se haga nada. El ministro (Maximiliano Pullaro) tiene la decisión tomada de terminar con las barras.
Diego Maio, coordinador de seguridad en competencias deportivas y espectáculos masivos de la provincia, se mostró confiado y aseguró que no darán ningún paso hacia atrás en esta pelea de suma complejidad. Hasta ahora en el fútbol argentino los violentos mandan. Y todo intento por erradicarlos quedó en meras intenciones. Hoy la decisión del Estado provincial, de acuerdo a lo expresado por Maio en diálogo con Ovación, es firme y no habrá lugar a la resignación. Esta vez la idea es que los violentos sean derrotados y erradicados de las canchas.
—Siempre se dice que en la cancha está todo permitido, situaciones que en la vida diaria no se aceptan. ¿Considerás que muchas veces pasa algo así?
—No, no está sucediendo eso desde hace un tiempo importante. Hay personas que engrosan el listado con solicitud de cautelares de ingreso y se les hace un seguimiento judicial. Tenemos un mínimo de dos individuos detenidos por partido y se lleva a cabo un seguimiento. Si es Fiscalía, con la que tenemos un diálogo más fluido, le pedimos al fiscal que pida la prohibición de ingreso. Y después solicitamos para que sea accesoria en una pena. Por supuesto, depende siempre del delito que se trate. Incluso lo aplicamos para delitos comunes que suceden en el radio del tercer cordón de seguridad. De esto no hacemos publicidad y quizás sea un error, pero si una persona es detenida con una tentativa de robo de vehículos u otro común dentro del marco del operativo se la incluye en la lista de prohibición a las canchas, porque este tipo de hechos está generalmente vinculado a la barra. De esta manera, desanimamos el robo ocasional en el momento del evento.
—Las barras, lamentablemente, están en todos los clubes y los dirigentes, que muchas veces no quieren tenerlas, terminan arreglando con una. En este caso particular de Newell's, ¿les insisten a los directivos que no acuerden con nadie?
—Estamos trabajando con todos los dirigentes y con las complejidades que tiene cada uno de los clubes. En el caso de Newell's en particular se produjeron una serie de circunstancias que dieron para que se mantenga incólume esta decisión de no tener contacto con ningún miembro de la barra. Hay una comisión directiva nueva y una barra desmembrada. Cualquier decisión que pueda tomar la CD a favor de uno u otro grupo engendraría una gran cantidad de violencia. Sería reconocer el liderazgo de un grupo e iría en contra de la determinación del ministerio de desarticular definitivamente las barras en la provincia.
—Pero vos sabés que ante esta situación los directivos reciben presiones e intimidaciones de manera constante.
—Trabajamos y nos reunimos habitualmente con la dirigencia. Desde que asumió esta CD el ministro lo hizo al menos 10 veces. Y nosotros lo hicimos 15 por distintas razones.
—No es lógico que algunos miembros de la CD tengan que vivir custodiados.
—Hubo un período en el que pidieron custodia, pero fue al principio. Esto es entre barras y no con los dirigentes. No tienen custodia especial, sí el club por todo lo que está sucediendo.
—Durante mucho tiempo la dirigencia siempre tuvo que acceder a los pedidos de los barras y en su descargo decían que no había una decisión política para terminar con los violentos.
—Eso no sucede ahora. Lo podés consultar tanto a Broglia (presidente de Central) como a Bermúdez (de Newell's) y van a decir que apoyan esta política porque la llevamos a cabo en conjunto. Tratamos de quitarles la presión que mencionabas. No es lo mismo que sea el Estado el que toma las medidas a que lo hagan los dirigentes, que tienen una familia y llevan una vida común. La decisión política está tomada y en conjunto con el gobernador (Lifschitz). Se están dando pasos muy firmes.
—Como conocedor del fútbol sabrás que muchas veces había respaldo o connivencia policial.
—Hay expedientes abiertos en investigación y cada policía que se comprueba que tiene connivencia con el delito, ya sea con la barra u otra cosa, se lo excluye de la fuerza. Se llevan más de cien exoneraciones en estos seis meses. La verdad que es un número alto. El mal policía no tiene que estar.
—En los alrededores de las canchas hay un gran negocio, mucho dinero en juego. ¿También están atentos a eso?
—Trabajamos en eso. Hay que entender que hay competencias. La provincia tiene una y el municipio otra. Trabajamos en conjunto para tomar una serie de medidas para este negocio de los trapitos y vendedores ambulantes, no sólo los días de partido si no en la semana, porque los trapitos que están en la cancha de Newell's y Central son de la barra. Los vendedores también lo son. Por eso se está generando una interacción para combatir esa situación.