Ni Central ni Newell's arriesgaron en la Copa Santa Fe porque, por el momento, este campeonato de buenas intenciones está naciendo y no tiene la connotación nacional indispensable para trascender. No hay que buscarle otra razón, como cualquier iniciativa de este tipo que no logra superar su techo. Eso no quiere decir que en el futuro los clubes más importantes de la provincia no lo encaren de otra manera. Dependerá de la zanahoria que le pongan por delante.
Basta recordar a la Copa Argentina. Tuvo un primer intento allá por finales de los 60 y principios del 70, pero se desvaneció por cuarenta años. Empezó a jugarse de nuevo hace poco y, a fuerza de ser sinceros, al comienzo los clubes grandes no le daban el menor interés, casi que la disputaban de compromiso, como Newell's y Central en estas dos ediciones de la Copa Santa Fe, pero bastó que el premio no fuera sólo el título sino la clasificación a una copa sudamericana para que todo el mundo le pusiera más énfasis. Ni hablar cuando para algunos fue el único canal hacia la Libertadores, como pasó el año pasado.
Por eso, mientras algo similar no ocurra con la Copa Santa Fe, es difícil pensar que los clubes de la ciudad la adopten con igual equivalencia. Ahora les sirve el premio y como banco de pruebas para los jugadores de inferiores. La televisación, a través de la naciente señal de RTS, le agregó un plus, pero hasta ahora no pueden disimular que es más una carga que otra cosa. Enfrentar a rivales dispuestos a hacer historia, cuando se tiene mucho más por perder que por ganar en lo deportivo, supone una presión innecesaria y por eso hasta ahora Central y Newell's pusieron sus reservas. Además los rosarinos son los "grandes" de la provincia y deben evaluar bien esta circunstancia. Basta decir que Paolo Montero debutó en Colón el año pasado en la Copa Santa Fe ante Colón de San Justo y ahora no dirigió a Central por el mismo certamen.
Más allá de las firmas al momento de su lanzamiento y el compromiso de jugar con profesionales que asumieron sus dirigencias, falta para que leprosos y canallas tomen la Copa Santa Fe de esa manera. Por ahora, el mejor camino para la vida del torneo es darle continuidad. Después se verá.