Darío Franco renunció a última hora de anoche como entrenador de Colón, que se movió rápido y decidió darle la oportunidad a Ricardo Johansen, quien venía desempeñándose en la Reserva y tendrá que debutar en el clásico frente a Unión el próximo fin de semana, en medio de un clima caldeado que incluyó pintadas amenazantes en las paredes de la sede social.
Franco se había quedado sin respaldo e, inducido por los dirigentes, tras reunirse con el vicepresidente segundo, Enrique Ariotti, aceptó renunciar para evitar al club dificultades con el órgano fiduciario.
El entrenador saliente había tenido un arranque para ilusionarse en El Sabalero, con tres triunfos en el inicio de la Zona 1 torneo de Primera División. Pero luego acumuló tres derrotas en fila y comenzaron los cuestionamientos de los hinchas, hasta que la goleada por 4 a 1 frente a River calmó las aguas.
Sin embargo, el equipo de Franco no pudo volver a ganar desde ese entonces, con dos empates y dos derrotas, la última el viernes pasado frente a Sarmiento en Junín, con un gol en contra del defensor Osvaldo Barsottini.
El frente de la sede de Colón amaneció hoy con pintadas amenazantes a menos de una semana del clásico ante Unión.
“Clásico o balas”, se leía en el grafiti intimidatorio en un comienzo de semana tenso para el conjunto Sabalero.
Por lo pronto, Franco se despidió por la mañana del plantel, aunque se abstuvo de tomar contacto con la prensa y solo emitió un comunicado en el que señaló que “seguramente otro técnico aportará al plantel la expectativa de mejora que el equipo necesita”.
El plantel profesional entrenó por la mañana al mando de Ariel Segalla, ayudante de campo del técnico de reserva Ricardo Daniel Johansen, quien quedará interinamente al frente del grupo, aunque la idea inicial es que siga en ese puesto al menos hasta el epílogo del primer semestre del año.
Johansen, técnico que hace pocos años sacó campeón a la reserva de Colón, asume junto a Segalla, exjugador en la década del '90 del Sabalero.
La particularidad es que Johansen, que también trabajó en Newell´s, desde donde Roberto Sensini lo llevó a Colón, fue jugador de Unión y Almirante Brown, entre otros equipos.