¿Qué lectura se puede
¿Qué lectura se puede
hacer de tu 2016?
Fue, lejos, el mejor año de mi carrera, un salto grande. Empecé la temporada en el puesto 330º de la WTA y terminé 191º, un cambio bastante importante diría. Y tuve muchas experiencias nuevas, así que fue sumamente positivo.
Jugaste Fed Cup, partidos ante tenistas Top, algunas Top 50, entraste al US Open, ganaste un challenger, competiste como nunca. ¿Si pudieras elegir un momento del año cuál sería?, ¿Cuál te
movilizó como ninguno?
Si me dieran a elegir uno claramente elijo la semana del US Open. Sé que esa fue producto de todo el buen año que había tenido hasta ahí (agosto). Ya el hecho de jugar la clasificación fue como un premio y pasarla ganando los tres partidos para llegar a mi primer main draw de Grand Slam fue inolvidable. Fue lo mejor del año, pero tuve muy buenas actuaciones a lo largo de la temporada y eso es bueno también, es importante.
¿Qué cositas marcaron la diferencia con respecto a otros años, el salto de calidad?
Para mí, más allá de todo el trabajo que venimos haciendo desde hace años con Charly (Rampello, su entrenador), la diferencia estuvo en la mentalidad. Porque este es mi primer año de mayores pero ya venía jugando más torneos profesionales que juniors, eso me ayudó muchísimo. El mayor cambio para mí fue en la parte mental. Fue maduración, me sentía con más paciencia, competí mucho este año, la verdad es que estuve mucho en Europa, cinco meses seguidos y eso me hizo muy bien. A la hora de entrar a la cancha me sentía tranquila para hacer lo mejor que sé, todo lo que vengo entrenando.
¿Te motivás más cuando
jugás con jugadoras que
sabés que son mejores que vos? Este año te tocó con varias Top 100 y a todas
les jugaste de igual a igual.
Obviamente que con jugadoras de mejor ránking me motivo mucho más porque son los partidos que uno tiene que ir ganando, con los que uno puede saber dónde está, viendo que cosas están bien y cuáles hay que mejorar. Este año tuve la posibilidad de jugar con 5 ó 6 Top 100, creo que a medida que fueron pasando esos partidos fui respondiendo mejor. Claro que al principio es algo nuevo, después entrás a la cancha con más confianza y poco a poco la mente se va adaptando. Fue paulatino lo de la maduración. Por ahí en la primera mitad del año sentía que estaba haciendo las cosas muy bien pero los resultados no se me daban, después de ganar el challenger en Francia (ITF de Denain) tomé un gran impulso y en la segunda mitad del año seguí con esa confianza.
Jugaste 24 torneos, ¿es mucho pero fundamental?
Sí, me pude mantener muchos meses afuera de casa y compitiendo, es duro pero tengo bien claro que para lo que quiero hacer en el tenis es necesario.
¿La Fed Cup sigue en
tus planes (hay Zona Americana en febrero)?
Sí, mi idea es, siempre que se pueda, ser parte del equipo.
¿Qué planeás para el 2017?
Arrancamos por Australia, vamos a tratar de llegar lo más rápido posible para aclimatarnos, voy a jugar la qualy del Abierto. Y para después la idea es tratar de mechar más torneos de WTA, pero sin dejar de lado los torneos ITF, tengo un ránking que defender.
Este fue un año especial
para el tenis argentino por
la obtención de la Davis, ¿cómo la viviste?
Estábamos en casa con la familia como todos los domingos comiendo un asado. Y fue mucha emoción, prendidos todos a la tele desde temprano. Cuando Delpo estaba abajo (perdía 2 sets a 0) había un clima bastante triste, era un panorama difícil, me sigo sorprendiendo del partido que levantó (ante Marin Cilic, lo ganó y le dio a Argentina la posibilidad de pelear el quinto y definitivo punto). Pero cómo se cerró el quinto punto (con Federico Delbonis) fue impresionante. La Copa era algo que necesitábamos para el tenis argentino.