El ciclo de Jorge Sampaoli en la selección arrancó con el pie derecho. Porque ayer, en la mañana argentina, el equipo albiceleste se impuso 1 a 0 a Brasil, en el Superclásico de las Américas, con gol de Gabriel Mercado en el período inicial, en un partido amistoso jugado en la ciudad australiana de Melbourne. Lo más positivo es el envión anímico que le otorga la victoria en el derby al inicio de la gestión del Zurdo, de cara a lo que será la recta final de las eliminatorias, en busca de un boleto al Mundial de Rusia 2018. Argentina tuvo buenas intenciones de presión alta en el primer tiempo y desequilibrio por intermedio de un filoso Angel Di María. Y en el complemento el scratch desplegó todo su potencial y merodeó la igualdad en un par de ocasiones clarísimas. Fue triunfo y arranque positivo del DT casildense en su aventura al frente del equipo de todos.
El encuentro se jugó en el estadio Melbourne Cricket Ground ante más de 95 mil espectadores y el gol de la victoria llegó tras una jugada preparada a la salida de un córner entre Banega, Messi y Di María, que terminó en un centro que cabeceó al palo Nicolás Otamendi y encontró el rebote abajo del arco Gabriel Mercado para establecer el único grito del clásico.
Con ese resultado el elenco argentino dejó sin invicto a Brasil, que había ganado los 9 partidos que jugó desde que asumió Tité como entrenador, el 20 de junio de 2016.
La victoria como primera medida sirvió para comenzar con buenas ínfulas el ciclo del casildense Sampaoli, quien reemplazó en el cargo a Edgardo Patón Bauza (ahora al frente de Emiratos Arabes). El desafío del Zurdo es claro: clasificar a Argentina para el Mundial de Rusia del año próximo, a cuatro fechas para concluir las eliminatorias sudamericanas. Uruguay será el primer escollo a fines de agosto en Montevideo.
El amistoso de ayer en Melbourne dejó al descubierto que Argentina está en plena etapa de formación y recambio, tanto en lo táctico como en lo nominal. Porque de arranque el equipo defendió con tres zagueros (Otamendi, Maidana ahora con mayor protagonismo y Mercado) y además fue de la partida el lateral volante José Luis Gómez. Y como uno de los enlaces estuvo otro que va en vías de ganarse un lugar como Paulo Dybala. El dibujo fue 3-4-2-1.
Mientras que en el segundo tiempo fue cuando el Zurdo metió mano con determinación y allí mandó a la cancha al delantero Joaquín Correa, al lateral izquierdo Nicolás Tagliafico, al volante Guido Rodríguez, al defensor Emanuel Mammana y al creativo Manuel Lanzini. Allí la misión fue achicar espacios en el medio y el equipo resignó muchísimo su ambición ofensiva. Claro que en el complemento Argentina sufrió y Brasil arañó el empate en una acción neta. Como el mano a mano de Jesús, quien eludió a Romero y su remate dio en el palo derecho, la pelota derivó en Willian y el tiro suyo dio en el poste izquierdo, hasta que Biglia tomó la pelota y la sacó de la cancha para superar ese momento en que la suerte se alió a los argentinos.
Argentina, ya sin elaboración ni apetito ofensivo, soportó el asedio brasileño muy cerca de Chiquito Romero. Lo mejor del equipo albiceleste fue la recuperación de Angelito Di María y la solvencia de Maidana para sobrar en la última línea. El rosarino Ever Banega alternó buenas y malas y en el segundo tiempo se cansó. El gran ausente de la selección fue Lionel Messi, ayer absorbido por la marca y con escasa participación en los metros finales de la cancha, donde la Pulga suele marcar la diferencia. Tal vez tener tan cerca a Dybala le jugó en contra al astro rosarino, que lució fuera de foco.
El final desató el festejo medido de Argentina, en un partido en el que tuvo como saldo favorable que se le ganó a Brasil, lo que no es poco, aunque quedó claramente expuesto que no siempre podrá sostenerse en Romero y la ayuda de los palos, en un ciclo de Sampaoli que apunta a mantener al equipo en los primeros planos del fútbol mundial.
En el próximo compromiso ante Singapur no estarían Messi, Otamendi ni el inexpresivo Pipita Higuaín. Pero el saldo de la primera escena de la película de Sampaoli fue positivo. No hubo brillo, pero en la etapa inicial hubo pasajes de protagonismo sostenido. Y además, en el complemento al Zurdo no le tembló el pulso para meter cambios defensivos en cuanto a la posición de los que ingresaron cuando Brasil se venía por todos lados. La selección aguantó el resultado y cantó victoria en el ensayo amistoso. En Australia, en la tierra de los canguros, el equipo del Zurdo dio el primer salto.