El Fantasma recuperó la memoria y volvió a hacerse fuerte en la adversidad, fiel a su historia. Los últimos 24 minutos del partido del sábado pasado ante Tucumán Rugby, Duendes jugó con un hombre menos y todo indicaba que el argumento estaba escrito como para que finalice en una película de terror, ya que la visita aprovechó esa diferencia numérica para dominar la escena. Sin embargo ese dominio no lo pudo trasladar al marcador. Duendes fue puro corazón y la visita no pudo quebrar una defensa agresiva y ordenada (que se convirtió en una verdadera muralla) y el verdinegro rosarino terminó cantando victoria.
"Se notó un equipo con mucha actitud, que a pesar del día complicado trató de imponer dinámica tanto en defensa como en ataque y creo que eso es muy bueno. Había que tener paciencia y el sábado se dio, pero hay que seguir laburando. Sabemos que el Nacional es un torneo durísimo y que un partido no marca nada", destacó Pedro Imhoff, capitán de Duendes, al analizar el partido.
Otra virtud fue cambiar a tiempo: cuando tuvo que dejar de atacar y poner el hombro para defender se lo vio sólido.
Eso es lo que tiene este equipo. Entramos a proponer un juego y después hubo que adaptarse a las adversidades, a los cambios que hubo en el partido, tanto al clima como a las amonestaciones y luego la expulsión. El equipo estuvo muy maduro y se notó que pudimos hacer ese cambio.
¿Esperaban un partido así?
Lo que no esperábamos era la lluvia, eso nos sorprendió a todos. Tampoco esperábamos la expulsión, pero sabíamos del rival que teníamos enfrente. Queríamos jugar más abiertos, pero la expulsión y el clima hizo que tengamos que cambiar el chip.
¿En cuánto influyó la victoria ante los tucumanos?
Muchísimo. Es un torneo duro pero no es tan largo y una victoria es clave, más de local. Para nosotros fue muy valioso. Ganamos en la primera fecha, algo que hace dos años no lo podíamos hacer.
¿Dónde está puesto el objetivo?
Aunque suene a frase repetida, nosotros vamos partido a partido, pero vamos más allá: queremos pasar la primera ronda, que es una cuenta pendiente que tenemos.
Se viene el SIC, con toda su historia y sus pergaminos. ¿Qué partido esperan?
Ir a jugar al SIC es algo muy lindo. Es uno de los clubes históricos de la Argentina. Y vamos a ir a proponer un rugby muy serio, porque es un rival que no te perdona. Va a ser un partido muy duro, ante un gran equipo que tiene muchas ganas de volver a ser de lo mejor en el país. Sabemos que nos vamos a encontrar con un rival con mucho hambre.
Por el hecho de ser el SIC, ¿motiva?
Lógico. En este torneo todos los rivales que enfrentás motivan, pero el SIC más. Es un club con mucha historia que está queriendo volver a los primeros lugares del rugby en Argentina.
Diciéndolo así parece que fuera un espejo, porque Duendes está en la misma.
Sí, es cierto. Los dos buscamos el mismo objetivo, por eso esperemos que el sábado podamos ver un lindo partido de rugby.