Diego le puso color al Partido por la Paz, en Roma. Antes, durante y después de los 80' que jugó, claro que caminando la cancha por cuestiones físicas pero con la calidad para acariciar la pelota como siempre. Todo empezó con el protocolo de saludar al Papa Francisco, el otro argentino más famoso (con Messi, sería la trilogía); siguió en el campo de juego del estadio Olímpico de Roma y hasta se vivió en las imágenes de TV, en las que apareció discutiendo con la Brujita Verón.
Maradona, a sus 56 años, dio un pase con el pecho a los 6' y motivó la primera ovación del estadio. Y también originó el primer gol del partido, convertido por Antonio Di Natale, con un buen pase de zurda. Después caminó la cancha, se juntó un par de veces con la otra estrella de su equipo (vestido de azul), el italiano Francesco Totti, con el que previamente discutió la capitanía que finalmente consiguió (el brasileño Ronaldinho estuvo enfrente junto a los argentinos Hernán Crespo y Fernando Cavenaghi , que marcaron un gol cada uno), y también con su ahora reconocido hijo napolitano Diego Junior. Igual, su equipo perdió 4-3 y otro argentino marcó para los azules: Nicolás Burdisso.
El público no se sumó en gran cantidad en las tribunas, pero lo que aportaron los sponsors a través de la TV posibilitó reunir fondos para dos ONG italianas, para la fundación pontificia Scholas Occurrentes (reúne a 400.000 escuelas públicas y privadas de los cinco continentes) y para las víctimas del terremoto que el 24 de agosto pasado dejó un saldo de casi 300 muertos en toda Italia.
Y en la tele también se vio una discusión que Diego mantuvo con Juan Sebastián Verón, antes futbolista y hoy presidente de Estudiantes de La Plata (por su cargo es que entonces chocaron por el tema AFA), en la que las cámaras captaron cuando el 10 le dijo: "Yo no te boludeo, te digo las cosas en la cara". Ese fue el final de lo que pasó durante el juego, cuando hablaron, hubo una palmada en el brazo que lució amistosa, pero luego aparecieron miradas de advertencia y cruces verbales.
Claro que lo más importante del evento no fue esta pelea, sino la intención con la que se llevó a cabo y que claramente señaló el Papa: "Vine para saludarlos y agradecerles. Esto es un ejemplo de humanidad, de ayuda. Un deporte, también un trabajo, que será para el bien de tanta gente".
A esta expresión, el Papa le sumó otras: "Estoy convencido de que hoy no se puede pensar la educación sin el deporte, el camino para la educación, para la promoción humana, para la madurez de la persona, de la familia, de un país" y "les agradezco por este partido de amistad. Gracias por lo que hacen, por los niños, la paz, la amistad del pueblo. Esto es hacer paz".
Trofeo argentino
El equipo ganador se llevó un trofeo hecho en plata por el orfebre argentino Adrián Pallarols, que simboliza un olivo de la paz con una medalla de la Virgen Desatanudos.