Fue quien mejor entendió el partido. Corrió, intentó jugar siempre y estuvo cerca del gol
Fue quien mejor entendió el partido. Corrió, intentó jugar siempre y estuvo cerca del gol
Las corridas y el atrevimiento de Angel Di María no alcanzaron. Intentó una y otra vez y buscó el arco. En el debe quedó esa que le tapó Lampe cuando era su única oposición para el gol. Pero más allá de esa jugada, el futbolista de Paris Saint-Germain fue lo poco rescatable de la negativa tarde del seleccionado argentino en el estadio Hernando Siles de La Paz.
Di María es de los futbolistas que soportan mejor que la mayoría el efecto de la altura. En la eliminatoria pasada resultó fundamental para el empate que rescató Argentina (1-1), en La Paz. Ayer también fue de lo mejor. Pero no alcanzó.
Sus incursiones por izquierda durante la primera etapa fueron de las pocas aproximaciones del seleccionado de Bauza. Alertó con un remate cruzado y se lamentó en el mano a mano que le desvió Lampe, en lo que pudo haber sido la apertura del marcador.
Durante la primera parte de la segunda etapa su juego decayó. Con la entrada de Acuña se retrasó y entró más en contacto con la pelota. Sacó un centro al ras del piso que no alcanzó Pratto, aunque el delantero estaba en offside. Y puso un centro que al atacante cabeceó mal. Con poco, Di María aprobó un examen que la mayoría no pasó.