En la recta final de las eliminatorias y con el resultado como actor principal, los tres puntos valieron oro. El mérito que hizo Chile para irse del Monumental al menos con un empate fue un ingrediente del que debe tomarse nota, pero que quedará para el análisis más frío. Un penal de Messi y una aparición en todo su esplendor del mejor jugador del mundo. Fue prácticamente todo lo que mostró Argentina. Fue poca la siembra para la terrible cosecha. Pero no hay nadie que le pueda quitar lo bailado a este equipo argentino, que en resultado sacó un 10 pero que el juego merece un enorme aplazo.
Argentina tuvo un primer tiempo al que le hizo absoluto honor al pensamiento de Bauza en la previa, sobre que no le importaba jugar bien, que prefería ganar. Es que esa primera etapa en la que logró sacar ventaja el equipo estuvo vacío de juego, sin una idea que pudiera caerse pese a todo el talento que había en cancha. Porque de no haber sido el penal, siendo generosos dudoso, que marcó el brasileño Ricci de Fuenzaliza sobre Di María, la cosa pintaba compleja. Pero ahí fue Messi para cambiar por gol y para aportar la cuota de tranquilidad de la que el equipo hasta allí no había podido mostrar.
Con un Messi volcado decididamente por la derecha, el fútbol no aparecía con facilidad. Todo lo que había eran asistencias de Mascherano desde la mitad de la cancha, muchas de ellas con buen tino, pero no mucho más. Y ante eso Agüero y sobre todo Higuaín se debatían a duelo con los defensores chilenos, apelando más a las corridas solitarias que al ingreso de un circuito futbolístico que los ponga en situaciones cómodas, cercanas al gol.
Chile tampoco hizo demasiado. Sí tuvo en Alexis Sánchez al principal generador del juego. Porque complicaba a Mercado cuando encaraba por izquierda y también encontraba huecos entre Mascherano y Biglia cuando tiraba la diagonal hacia el centro. De sus pies salió el centro que terminó con el gol anulado a Fuenzalida, a los 6'.
Dos minutos del gol de Messi llegó una enorme jugada del Leo por derecha que terminó con un tremendo derechazo de Agüero que dio en la cara externa de la red. Una jugada que despertó a un Monumental que con el correr de los minutos se fue adormeciendo en idéntica proporción al decaimiento futbolístico del equipo. De allí al final, sólo una arremetida de Otamendi, tras un tiro libre de Messi, pero el defensor la tiró a las nubes prácticamente debajo de los tres palos en lo que fue una jugada que tranquilamente pudo empezar a bajarle la persiana al partido.
Con un trámite similar en el inicio del complemento, Bauza entendió que algo había que cambiar. Y pensó en un cambio para ponerle un tinte más pensante y ya no tan vertiginoso. A la cancha Banega por Agüero. Pero la brújula futbolística de Argentina seguí sin encontrar su norte. El único norte que encontraba era el del resultado, lo que no era poco para la escasez que se estaba mostrando.
Tanto comulgaban el flojo partido de Argentina con el resultado que hasta la suerte metió un guiño cuando el tiro libre de Alexis Sánchez se estrelló en el travesaño (19'). Y trascartón llegó una tapada en dos tiempos de Romero tras un disparo de Vargas. Comenzaba a ser tanto claro el predominio de Chile que a Bauza no le tembló el pulso para cambiar el dibujo. Pasó al 4-4-2 y a abroquelarse aún más e intentar salir rápido de contra.
Con esta hoja de ruta se intentó hacer que los minutos corrieran y que el final llegara sin que nada se altere. Y nada se alteró. Ni el paupérrimo partido de Argentina y tampoco el resultado, que en definitiva fue lo más importante para un equipo que tenía un único objetivo: ganar. Sólo desde ese punto de vista para Argentina fue una misión cumplida.
Cuatro que no estarán en La Paz
Mascherano, Higuaín, Otamendi y Biglia recibieron una tarjeta amarilla (los dos últimos fueron amonestados al final del cotejo) y, por lo tanto, no estarán en la próxima fecha cuando la selección enfrente a Bolivia, en La Paz.
El Patón ganó por 1ª vez en Núñez
Edgardo Bauza ganó por primera vez en el Monumental y cortó una racha adversa que llevaba como DT. El Patón había dirigido 9 partidos, tres con Central y San Lorenzo y uno con Vélez, Liga y San Pablo. Obtuvo 4 empates y 5 derrotas.