La estadística marcará que al tercer partido amistoso Central no pudo ganar. Derrota con Patronato, empate ante Talleres (derrota por penales) e igualdad ante Universidad Católica de Chile. La realidad indicará que la verdadera lupa habrá que ponerla cuando el campeonato se reinicie. No obstante, hubo algunas cosas que pueden tomarse como positivas en el ensayo de anoche en el Gigante y otras que inexorablemente merecerán un ajuste. Porque hubo una cierta intención de jugar ordenado sin que ello implicara adormecer el juego, pero también una escasa generación de fútbol y no muchos pero sí algunos yerros en el fondo que le permitieron al equipo trasandino complicar al Ruso Rodríguez. Un empate (0-0) típico de pretemporada.
En partidos de este estilo los análisis de los protagonistas suelen ser medidos. Y no está mal, amén de los indicadores que queden flotando después de cada ensayo. Y si en el medio hay cuestiones que atentan contra lo que puede ser un rendimiento óptimo, mucho más. Anoche Central no tuvo ni a Musto, ni a Ruben y menos a Montoya. Además se espera por el paraguayo José Leguizamón. Y eso cuenta. Más si enfrente se tiene a un equipo como Universidad Católica, último campeón chileno.
Con todos esos jugadores en cancha posiblemente el Canalla no hubiese entregado una versión tan livianita como la de anoche. Es que el peso de un equipo suele cristalizarse en las facilidades que encuentre para lastimar al rival. Y a eso se llega con juego, algo que a Central le faltó. Porque la intención de tenerla casi siempre estuvo, pero no siempre las intenciones se tradujeron en hechos.
Colman, como siempre, manejo los hilos del equipo, la entregó redonda y falló muy pocos pases. Pero siempre a no menos de 50 metros del arco (con Coudet sucedía lo mismo). Y de ese modo el cambio de ritmo siempre se tornó complejo, lo que valió que Borgdagaray y Teo Gutiérrez quedaran aislados, a expensas de alguna trepada de Ferrari y Fernández por las bandas. De allí la poca penetración con riesgo en el área rival.
Es cierto que en el fondo tampoco sufrió demasiado, aunque hubo algunos sofocones. Un pelotazo largo, a espaldas de los centrales encontró a Fuenzalida cara a cara con Rodríguez y quien impidió la caída del arco canalla fue el pibe Alfani sobre la línea (7'). Después hubo otra buena intervención del Ruso Rodríguez y una arremetida de Villagra (en el entretiempo dejó la cancha, pero sin problemas físicos) por izquierda que pudieron terminar en gol. No mucho más que eso.
Y como era de esperar, el correr de los minutos atentó contra la intensidad del juego. Por eso todo se hizo más monótono. Colman ya no mostró la participación de la primera etapa y de allí el intento de contrarrestarlo con el ingreso del pibe Rivas (por Teo, quien venía de jugar el miércoles en Brasil, aunque sólo lo hizo 45 minutos), quien demostró que le sobra talento, atrevimiento y habilidad. Será cuestión de llevarlo de a poco, de rodearlo bien, pero sobre todo de enseñarle. Por lo pronto, en una de sus arremetidas, por izquierda, dejó el tendal y protagonizó una individual que si terminaba en gol era directamente para cerrar la cancha. Tal vez en Rivas el técnico encuentre el volante de creación que indudablemente a este equipo le hace falta.
Un par de jugadas de Central pudieron torcer la historia. A los 22' del complemento Ferrari ensayó una salida rápida en un tiro libre pero el centro de Fernández no pudo ser capitalizado por Bordagaray. Y sobre los 36' llegó la individual de Salazar y el remate que dio en el travesaño.
Se hace referencia a algunas jugadas puntuales por el simple hecho de llevar información, pero en este tipo de partidos suelen ser lo de menos. Al igual queel resultado. Lo que se debe consignar de manera más analítica es el estado futbolístico que hoy goza Central. Y en ese sentido quedó evidenciado que aún hay un trabajo importante por delante, en el que seguramente colaborará la presencia de jugadores que son titulares y que anoche no estuvieron.
Una versión futbolística más o menos acomodada. Un amistoso más sin poder ganar. La lectura puede viajar en uno u otro sentido para este inicio de ciclo. El punto en común es que hay todavía un camino importante por recorrer en esto de lograr una figura de equipo más confiable y alcanzar el brillo deseado.