Javier Flores
Javier Flores
La Voz del Interior (Córdoba)
Los hinchas de Rosario Central deben saber que tendrán en su equipo a un gran jugador. A un volante con características que no abundan en el fútbol argentino. El Colo terminó siendo el socio ideal de Guiñazú en Talleres. Gil se erigió en la rueda de auxilio del Cholo. Es un futbolista de gran dinámica, rica técnica y es muy temperamental. Maneja muy bien los dos perfiles y es prácticamente un especialista en la pelota parada. Puede actuar como mediocampista interno o externo. Donde lo pongan, suele rendir con creces. A eso hay que sumarle que posee un muy buen panorama. No da el pase sin antes haber visto dónde quiere poner la pelota. Tiene un gran panorama. Desde este lugar, me atrevo a afirmar que cuenta con el perfil ideal para el club de Arroyito. Eso sí, deberá mejorar el temple porque en ciertas ocasiones se le sale la cadena. No le gusta perder a nada. Es fuerte mentalmente. Y eso podría jugarle una mala pasada. Fuera de la cancha es totalmente distinto. Es tímido, pero se transforma cuando entra a un campo de juego. Con respecto a su salida de Córdoba, la realidad marca que el hincha de la T aún se pregunta por qué no siguió. No logra comprender por qué recaló en el conjunto de Paolo Montero cuando había sido uno de los baluartes del equipo de Frank Kudelka. Oficialmente se argumentó que no podía afrontar el millón y medio de dólares que le exigía Estudiantes, que era dueño de la mitad de su ficha. Pero es llamativo porque la dirigencia, en teoría, podía haber hecho algo. Evidentemente hubo algo detrás de todo esto. Pero sólo los verdaderos protagonistas podrán decirlo llegado el caso. Lo concreto es que los simpatizantes auriazules sumaron a un gran jugador. Central sacó un pleno con este fichaje. Lo podrán disfrutar una vez que comience el torneo. Ya verán los hinchas canallas que es así.