Por estos días en Central hay un tema en particular. Y todos hablan mucho de él, incluso fuera de Rosario. Fue lo sucedido con Teófilo Gutiérrez en cancha de Boca, que le valió una temprana expulsión luego de haber convertido su primer gol con la camiseta canalla. Fue el tema que se superpuso a otro, para nada menor: el desafío de la Copa Argentina y los dos posibles partidos que el equipo de Coudet tiene por delante para una posible coronación. Uno, el de la copa, quizá tenga mayor peso por lo que hay en juego. El otro será cuestión de días para que las conjeturas y análisis disminuyan la intensidad hasta finalmente desaparecer. Pero en algún punto están íntimamente relacionados. Porque pese a que nadie lo expresó abiertamente hay un enojo puertas adentro por la actitud del colombiano, pero de la misma forma existe una clara decisión de no machacar sobre el hecho en sí para que el grupo se mantenga en total armonía, sin que se desvíe el foco de atención. Por lo pronto al delantero ayer se lo vio de buen semblante en el entrenamiento.
"Fue malo lo que pasó en la Bombonera, pero ya está. Ahora hay que mirar para adelante y tratar de que nada afecte porque lo que viene es importante para todos", fue la frase que, según confiaron varias fuentes, partió desde las entrañas del club.
Las pruebas están a la vista. Mucho bajo perfil, ninguna exposición pública echando más leña al fuego y mucho menos demostraciones de fastidio. Después, algunas cosas que hayan sucedido o que posiblemente sucedan puertas adentro es otro cantar. Y sería lo más lógico que haya existido o que exista una charla de parte del cuerpo técnico, de los jugadores o hasta incluso de parte de la dirigencia con el hombre en cuestión.
Lo que ocurre es que en el medio hay una competencia que tiene a Central como uno de los principales animadores y con serias chances de poner al equipo nuevamente en una definición. Es a partir de esa base desde donde parte esta idea de no cargar las tintas sobre lo ocurrido. Es más, desde la dirigencia también se está trabajando para que la sanción al colombiano sea lo más leve posible. Ni más ni menos que lo que ocurre cada vez que un jugador es expulsado por roja directa.
De arranque, hubo una postura muy cauta por parte del propio Coudet en el pospartido con Boca, advirtiendo que lo que hizo Teo es algo que sucede a menudo ("no mató a nadie, no robó", dijo), aunque esa respuesta quizá tuvo más que ver con el acta contravencional que le realizaron al delantero canalla. Igual, ya más en frío, les recomendó a los hinchas de Central que no se ensañen con él "porque nos puede meter en una final y hasta darnos un título". Pero fue una postura muy clara por parte del técnico, quien sabe mejor que nadie que en la medida que menos sobresaltos (futbolísticos y emocionales) haya de aquí al final del semestre se allanarán los caminos para el objetivo de máxima.
Después, en el gran abanico de opiniones, en la que cuentan incluso la de los propios hinchas, puede encontrarse de todo, incluso la sensación de fastidio, que no es ni más ni menos que lo que sienten también otros tantos que no sólo son hinchas.
Es más, hubo hasta quien se subió al vagón de las especulaciones y a modo de broma pintó un escenario posible. "Mirá si Central juega la final de la Copa Argentina con River, ¿qué hace el técnico, lo pone a Teo, teniendo en cuenta que al segundo de hacer su primer gol en Central su primera reacción fue cargar a los hinchas de Boca y dejar en claro que él es de River?", fue el razonamiento casi novelesco y, se insiste, relatado con sorna.
Quizá hoy o mañana el tema se agotará y dentro de poco lo sucedido en la Bombonera pasará a ser una anécdota más. Por lo pronto, cualquier enojo que exista quedará a remolque de la necesidad de no darle al tema mayor trascendencia de la que ya tuvo. Hay una instancia límite que se jugará la próxima semana y si todo sale tal cual lo imaginan en Central llegará el turno de una nueva chance de celebración. Por eso entienden que para que ello ocurra la armonía y la concentración deben estar por encima de todo para que el foco no sufra alteraciones.