El plantel de Boca entrenó ayer a la mañana en el predio Pedro Pompilio y a puertas cerradas para la prensa, en un clima de tristeza lógico después de haber quedado afuera de las finales de la Copa Libertadores, que era el gran objetivo del año futbolístico de los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto. La novedad más importante fue la ausencia de Agustín Orion —ausente por un tema personal—, quien no tuvo una buena actuación en la derrota del pasado jueves ante Independiente del Valle 3 a 2.
Previa charla breve entre el técnico y el plantel, en la que se habló de empezar una nueva etapa más allá del duro traspié, los que jugaron hicieron ejercicios regenerativos con la presencia de Carlos Tevez y Daniel Díaz, los otros dos observados por los hinchas y la prensa por no haber tenido una buena tarea ante los ecuatorianos.
El Apache está inserto en un mundo de versiones que apuntan a que se puede alejar de la institución ahora o a fin de año. Se comenta que su bajón anímico pasa por algunas cosas que no le gustan en el club y por el robo que tuvo su hermano hace días, que afectaron en su rendimiento y elegiría seguir su carrera en Brasil o Europa.
"Carlitos va a seguir en Boca", declaró el vicepresidente Royco Ferrari. Sin embargo, Juan Carlos Crespi dijo otra cosa: "Creo que hasta fin de año se puede quedar".
Mientras que el Cata, si bien no se quiere ir, no sería tenido en cuenta como titular por Guillermo, quien había pedido sin éxito la contratación de Gustavo Gómez, zaguero de Lanús, para luego contratar a Santiago Vergini, que vino libre del Sunderland.
Orion, por su parte, quiere seguir en Boca y en estos días su representante Santiago Hirsig tendrá una reunión con el presidente Angelici para charlar sobre el tema.
Boca tiene ahora como prioridad ganar la Copa Argentina, que sería la única manera de poder jugar la Copa Libertadores 2017 y el comienzo de la Superliga que está pactado para el 19 de agosto.