Argentina logró un espaldarazo tremendo el martes en San Juan respecto de sus aspiraciones de llegar al Mundial de Rusia 2018. La goleada 3 a 0 ante Colombia, con un golazo de Lionel Messi que fue la gran estrella de la noche, más los gritos de Lucas Pratto y Angel Di Maria, tuvo un valor inconmensurable desde todas las aristas que incluyen al fútbol, como el juego, la efectividad ofensiva, el retroceso ordenado y por sobre todas las cosas el carácter para sacar adelante situaciones límite como era el duelo ante los cafeteros. Todas estas virtudes llevaron a la selección a meterse al menos en zona de repechaje, por lo que ahora dependerá de sí misma para lograr el boleto mundialista, cuando a partir de marzo próximo se reanuden las eliminatorias.
A modo de balance de lo que fue la dulce excursión a San Juan hay que decir que la selección brilló desde el juego y también fue sólida en lo táctico a la hora de retroceder. Recuperó un funcionamiento colectivo confiable y elevó muchísimo el nivel de las individualidades. Además hubo templanza en el momento de mayor turbulencia de parte del entrenador Edgardo Bauza para no perder la brújula y saber hacer los retoques puntuales en la formación del equipo, sin recurrir a una cirugía mayor que podría haber aportado aún más confusión.
Hoy Argentina no es una maravilla ni antes era un desastre irrecuperable. Es un equipo que debe crecer muchísimo para afianzar su clasificación mundialista. Por eso lo más trascendente de la noche sanjuanina fue que se notó una reacción en el amor propio de los jugadores para no caerse y tener el hambre de revancha intacto tras las frustraciones repetidas de perder tres finales en los último tres años.
A modo de resumen vale la pena resaltar los cinco puntos determinantes de lo que fue la enorme reacción del equipo albiceleste en su paso por San Juan, abriendo un panorama mucho más optimista para coronar la clasificación a Rusia.
Está claro que el fútbol es un juego de equipo, pero bien se podría decir que Lionel Messi solito con su extraordinario talento les complicó la vida desde sus repentizaciones a todos los colombianos. Leo gambeteó hasta las camisetas amarillas de los hinchas cafeteros que estaban en la tribuna. Fue el eje del triunfo, con un golazo incluido y dos asistencias magistrales para los gritos de Pratto y Di María. De la mano de la Pulga, Argentina tiene sustento para salir airoso de las eliminatorias.
La madurez de Edgardo Bauza para mantener la calma cuando las papas quemaban. El DT sabía que se jugaba el cargo ante Colombia porque un resultado adverso iba a replicar las críticas hasta niveles insoportables y eso podría eyectarlo del puesto. Así, la mayor virtud del entrenador fue no dejarse llevar por el clamor de la calle respecto a que debía pasar la escoba y limpiar a varios históricos del equipo. El Patón supo realizar retoques puntuales, mantuvo la base, ordenó las piezas y les dio tranquilidad a los futbolistas para que jueguen con la soltura que lo hicieron en San Juan. Este es el primer gran examen que aprobó Bauza en la selección y todo indica que a partir de 2017 seguirá apostando por sus preferencias de manera gradual.
Precisamente la gran apuesta de Bauza estuvo en elegir a un jugador que antes no estaba en el radar de la selección: Lucas Pratto. Además le dio la titularidad ante los cafeteros por sobre nombres fuertes como Gonzalo Higuaín o el Kun Agüero. Y el Oso fue una fiera frente a Colombia. Fue a disputar cada pelota con las ganas de un pibe que recién empieza. Siempre se mostró como opción de pase. Y cuando Messi le puso la pelota en la cabeza, la martilló con categoría para anotar el segundo grito argentino. Pratto se fue ovacionado de la cancha. Todo un acierto de Bauza.
Argentina ahora depende de sí misma para ir al Mundial. Alcanzó el puesto de repechaje y en marzo recibirá a Chile con la ilusión de superarlo en la tabla. No será sencillo conseguir el boleto a Rusia 2018 por la paridad de estas eliminatorias, pero hoy la selección tiene la certeza de que si hace las cosas bien en sus partidos y repite el óptimo funcionamiento que tuvo ante Colombia tendrá chances reales de meterse en la próxima Copa del Mundo.
La selección habló en la cancha. Y esto es lo mejor que puede hacer un equipo. La determinación que tomaron los jugadores de no dar notas al periodismo en solidaridad con las injurias personales hacia el Pocho Lavezzi mostró a un grupo de futbolistas y cuerpo técnico unidos tras la victoria en San Juan. Si bien la decisión de no atender a la prensa puede ser discutida, lo concreto es que el plantel se dedicó a jugar, lo hizo en un gran nivel y eso es lo que realmente cuenta.