Cabezas bajas y rostros cargados de impotencia y dolor. Esa fue la postal que dejaron los jugadores de la selección argentina tras el empate son Venezuela por 1 a 1, en el estadio Monumental. Ese gesto fue el fiel reflejo del partido. Porque el equipo del Zurdo Sampaoli superó ampliamente en el juego a su rival de turno y terminó sufriendo para sumar un punto. Y como consecuencia, quedó en posición de repechaje cuando quedan solo dos fechas de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de Rusia.
Así el elenco albiceleste sufrió otro duro golpe. Uno más en el recorrido de una eliminatoria que ya se cobró dos técnicos: Gerardo Martino y Edgardo Bauza.
Argentina salió a la cancha con el arco de Venezuela entre ceja y ceja. De arranque se ubicó en campo rival e inclinó la cancha a su favor. Así obedeció a lo que le marca la obligación de conseguir un triunfo para meterse entre los principales protagonistas de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de Rusia.
El equipo del Zurdo Sampaoli ahogó desde el comienzo a su rival. Dejó de lado la lateralización del juego para apostar por la profundidad. Y en los primeros pasajes del partido le dio resultado, ya que en un puñado de minutos contó con dos jugadas claras de gol.
La supremacía del elenco albiceleste durante el primer cuarto de hora fue más que evidente. Cada avance hacía levantar al público que copó el estadio Monumental. Pero siempre el último toque para empujar la pelota al fondo de la red brilló por su ausencia.
El arranque de Argentina fue avasallante. Pero a medida que las situaciones de gol fueron pasando y el cansancio propio del desgaste comenzó a hacer mella en el elenco albiceleste, la visita comenzó a hacer pie en la cancha y a merodear el arco de Chiquito Romero.
El tenor del partido no cambió demasiado durante el resto de la primera mitad. Argentina siguió dominando. Pero ya no monopolizó tanto la pelota y comenzó a dejar espacios.
Estaba claro que el equipo de Sampaoli mereció mucho más durante la primera etapa. Pero también dejó claras señales de que comenzó a sentir el peso de no poder sacar el partido adelante.
Y el panorama se le complicó al local en lo primeros pasajes del complemento. A los 49' la vinotinto hilvanó una contra letal y se puso en ventaja con un tanto del mediocampista Murillo.
Fue un golpe terrible para el dueño de casa. Pero lejos de acusar recibo, salió a buscar el empate. Y a los 53' lo consiguió. Con un poco de fortuna, ya que un jugador venezola convirtió en su propio arco cuando intentó cortar un centro rasante.
A partir de ese momento el partido fue otro. Argentina comenzó a buscar el triunfo desesperadamente. Sin pausa ni ideas. Apeló a un juego impulsivo. Y si bien dominaba la pelota y conseguía profundidad, que deba expuesto en el fondo de la cancha.
Así transcurrió el resto de partido. Con el local yendo para adelante y con la visita expectante de aprovechar la chance que le quede a mano, como sucedió en el arranque del complemento. Pero esta vez la moneda cayó para el lado del empate.