El estreno del ciclo del Jorge Sampaoli al frente de la selección tiene dos aristas bien marcadas para analizar. Por un lado, en el aspecto del juego está clarísimo que el equipo no estuvo a la altura del fútbol ultraofensivo y con tenencia de pelota que pregona el entrenador y que hay muchísimo por corregir hasta lograr ese perfil "de comerse crudos a los rivales". Pero por otro lado, desde las matemáticas fue una fecha redonda para Argentina, ya que si bien sigue quinto, en zona de repechaje, anoche sumó un punto vital en una cancha muy chiva, que le permitió alcanzar a Chile y encima Ecuador, que le venía pisando los talones, quedó relegado tras la derrota en Brasil. A tres fechas del final de las eliminatorias, está claro que las formas son importantes, pero lo más trascendente es sumar y que los rivales directos no lo hagan. Es un presente de calculadora en mano. Y en este sentido ayer fue una fecha más que positiva para la selección del DT casildense en el camino a Rusia.
Por supuesto que el escaso vuelo futbolístico de la selección estuvo lejísimos del ideal que pretende Sampaoli y por eso el DT se fue masticando bronca del Centenario. Pero por tratarse de su primer partido oficial y por todo lo que hay en juego, para nada se puede despreciar el punto sumado en suelo charrúa.
Es cierto que lo ideal era ganar, golear y gustar, pero ya tendrá tiempo el Zurdo para cristalizar su idea de juego y sincronizar los movimientos de sus jugadores. Hoy hay que sacar la cabeza del repechaje y con el punto de ayer y una victoria que se pueda conseguir el martes ante el último de la tabla Venezuela, en la cancha de River, es posible hacerlo.
Ahora es una carrera contrarreloj para ir al Mundial de Rusia. Y los rivales directos tuvieron una fecha para el olvido. Porque Colombia (25 puntos) apenas empató ante Venezuela, Chile (23 unidades) fue goleado por Paraguay (21) y la frutilla del postre a pedir de Argentina la puso Brasil, que derrotó a Ecuador (20). Por eso si bien el juego no le sonrió para nada a la selección albiceleste ante los charrúas, los números le hicieron una mueca cómplice al equipo del Zurdo en la larga carrera a Rusia.
Anoche sólo hubo chispazos de Messi, que igual le alcanzaron al rosarino para ser el mejor de la cancha. Fue muy pobre la presentación de titular de Mauro Icardi, no tanto por responsabilidad propia sino porque la pelota nunca le llegó redonda, ni por abajo ni por arriba. Y estuvo flojito Fideo Di María.
En cuanto a lo táctico, la idea de defender con tres necesita horas de ensayo, de prueba y error, porque ayer Luis Suárez, que estuvo entre algodones, casi emboca en un par de oportunidades el arco de Romero porque burló a sus marcadores sin demasiada resistencia.
Y arriba no es lineal que poner a muchos jugadores con voluntad ofensiva asegure arrinconar al rival ni lastimarlo de manera insistente.
El camino del Zurdo recién se inicia y el equipo está claro que necesita encontrar una identidad futbolística. En estas eliminatorias pasaron el Tata Martino y el Patón Bauza, lo que significa que el casildense no llegó a un equipo aceitado ni que juega de memoria.
Hay mucho trabajo por delante en lo táctico y en recobrar la confianza que muchos jugadores parecen no tener cuando se ponen la camiseta argentina.
Hoy la selección depende de sí misma para ir a Rusia, sea de manera directa o mediante el repechaje. Claro que ahora está obligada como primera medida a vencer el martes a Venezuela en el Monumental.