Newell's lo justificó en el segundo tiempo. Por ser más ambicioso, por tener a un jugador movedizo e intuitivo como Joaquín Torres y porque Llop apostó al debutante Enzo Cabrera y el pibe casildense no lo defraudó. Fue 2 a 0 ante Olimpo y con toda justicia.
Newell's salió decidido a tomar el protagonismo en la primera mitad. Trató de imprimirle velocidad al juego a través de la habilidad de pibe Torres, buscó sorprender desprendiendo a sus laterales e intentó ser solidario en el juego.
De lo que propuso a lo que realmente concretó en esos primeros 20 minutos hubo una distancia. Porque Newell's generó poco ante un Olimpo mezquino que se dedicó a esperar y salir de contra para ubicar a Troyansky y Luis Vila.
La más clara de esa parte de la etapa estuvo en los pies de Valenzuela, quien luego de una jugada por izquierda y un rebote en el área, abrió demasiado el pie, le pegó abajo y la pelota se levantó sobre el travesaño.
Recién cerca de la media hora Newell's pareció ajustar algunos circuitos y a los 28', Joaquín Torres hizo un gran enganche, levantó la cabeza y sacó un zurdazo que obligó a Gabbarini a manotearla al córner por sobre el travesaño. Del tiro de esquina y un rechazo, Leyes la volvió a meter al área y el portugués leal, de cabeza, encontró la volada de Gabbarini para neutralizar el peligro.
A los 45' fue Fértoli el que probó de media distancia y su bombazo se fue rozando el palo izquierdo del conjunto bahiense.
Newell's mostró al menos mucha predisposición para poner gente en ataque, pero mostró un déficit de juego colectivo ya que dependió mucho de lo que pudiera hacer el chico Torres.
Con un Olimpo parado netamente de contra, Newell's buscó en el complemento pisar más frecuentemente el área de Gabbarini y lo hizo buscando casi siempre que la pelota pasar por los pies de Torres, el más apto para conducir aunque a veces pecó de individualista.
Así, Newell's generaba aproximaciones y alguna que otra jugada de riesgo, como ese cabezazo de Nehuén Paz a los 4' que Gabbarini neutralizó con un manotazo al córner.
Los minutos comenzaron a correr hacia el ocaso y Newell's no lograba profundizar en la medida justa como para romper el cero.
Pero la mayor ambición de Newell's comenzó a tomar forma a partir del ingreso del debutante Enzo Cabrera, quien a los 5 minutos de ingresado le puso un pase milimétrico al portugúes Luis Leal, quien adoptó la postura del goleador y definió cruzado al segundo palo de Gabbarini para el 1 a 0.
Newell's pareció despavilarse totalmente y fue por más. Y lo consiguió. A los 29', otra vez Cabrera levantó la cabeza y lo vio a Torres -el punto más alto de la lepra-, quien buscó por arriba del arquero bahiense y marcó otro golazo para el 2 a 0.
Newell's lo terminó justificando por su mayor ambición ante un equipo que se paró a ver qué pasaba y jugar de contra. La lepra respira dentro de un clima que nunca termina de despejar las nubes por el parque. Pero al menos respiró aire puro y eso es imprescindible como el agua en este transitar rojinegro por la Superliga.