¿Se debe castellanizar?
¿Liverpool Liverpul? La pregunta, más amplia, realmente es si los nombres de lugares (es decir, los topónimos) se deben castellanizar, es decir, adaptar a nuestro sistema.
20 de mayo 2017 · 00:00hs
¿Liverpool Liverpul? La pregunta, más amplia, realmente es si los nombres de lugares (es decir, los topónimos) se deben castellanizar, es decir, adaptar a nuestro sistema. Liverpool tiene la secuencia "oo", que es rara en español, pero aceptable. Mas esa secuencia, pronunciada en inglés (como una "u"), sí se sale de nuestro sistema: si nos encontramos la secuencia "oo" en español, pronunciamos "oo", naturalmente. ¿Debemos, entonces, escribir Liverpul para adaptarla al español? Y adaptarla es, en parte, escribirla como se pronuncia.
No, no es necesario. Hay topónimos traducidos: decimos Costa de Marfil (país del África occidental) y no Côte d'Ivoire. "Côte" es costa e "ivoire" es marfil. Hay otros que a veces sí y a veces no: unos dicen Nueva York, otros dicen New York.
Pero los topónimos no siempre son "traducibles" porque no siempre corresponden a palabras de nuestro léxico, sino que solamente son nombres de lugar y nada más. No podemos traducir Washington (que es un homenaje al primer presidente de Estados Unidos) ni la costumbre ha impuesto una adaptación (algo así como "Guchinton" no nos cabe en la cabeza).
Entre otras cosas, hay algunas traducciones equivocadas que se impusieron: llamamos Brujas a la ciudad belga que en neerlandés se llama Brugge, pero "brugge" tiene que ver con "puentes", no con "brujas". Llamamos La Mancha al canal del océano Atlántico que lo comunica con el mar del Norte (entre Francia y Gran Bretaña). Pero mancha se refiere a la francesa "manche", que significa "manga", como de blusa, o "brazo de mar", y no suciedad o marca.
¿Recuerdan esa polémica sobre el nombre de la capital de China? Que si Pekín, que si Pequín, que si Beijing. La polémica ocurrió en el 2008, año de los Juegos Olímpicos celebrados allí. Pues pasa esto: en español se llama Pekín desde hace mucho rato. Pero en los años 50, en China crearon un sistema de transcripción fonética (el pinyin), es decir, un sistema para pasar los caracteres chinos al alfabeto latino, usado por muchas lenguas. Según el pinyin, la palabra adecuada es Beijing, pero la RAE se ha mantenido en la vieja forma Pekín. Hay quienes, además, prefieren Pequín. Tengan en cuenta que en este caso es más complicado el proceso porque hay que "transliterar": convertir los ideogramas en letras nuestras (latinas), un bello arte.
En resumidas cuentas: se impone la costumbre. Si llevamos tanto tiempo diciendo Washington y Liverpool, no hay razón para formar una escritura castellana. Ahora bien, no olviden que todas las lenguas tienen su manera de nombrar regiones que hablan otro idioma. Los franceses no escriben Colombia, escriben "La Colombie", que suena [colombí].
Juan David Villa / El Mundo (Colombia)