A menos de 90 días del cierre de listas, los políticos santafesinos empiezan a elevar sus niveles de adrenalina pensando en sus futuros personales y partidarios, en el primer mojón electoral tras las elecciones ejecutivas de 2015.
Por Mauricio Maronna
A menos de 90 días del cierre de listas, los políticos santafesinos empiezan a elevar sus niveles de adrenalina pensando en sus futuros personales y partidarios, en el primer mojón electoral tras las elecciones ejecutivas de 2015.
Los primeros en romper la burbuja, como cada vez que se avecina un proceso electoral, fueron los radicales, que anoche decidieron en la convención provincial ratificar su presencia en el Frente Progresista y, a la vez, dar luz verde a los correligionarios para que participen de Cambiemos en los comicios a diputado nacional, respetando la libertad de acción de los que vayan en la alianza con los socialistas.
"La honorable convención provincial resuelve declarar su acompañamiento a la gestión de gobierno del Frente Progresista", comienza el texto que aprobaron los radicales. A la vez, en el punto principal la convención manifiesta la voluntad "de que en la elección a diputado nacional, la UCR Santa Fe se atenga a lo que establezca la convención nacional respecto de la política de alianzas", respetando las decisiones de militantes y dirigentes para decidir participar de entendimientos con partidos políticos afines.
Radicales en su salsa.
Traducido, para que el lector comprenda al dedillo por donde irán los radicales: a concejal, intendente y presidente de comuna se mantendrán alineados como Frente Progresista —o como se llame la coalición santafesina—, y a diputado nacional como integrantes de Cambiemos. En los dos casos podrá haber excepciones cruzadas. Como dijo anoche a LaCapital José Corral, presidente del comité nacional: "No vamos a echar a nadie".
Durante los últimos minutos del miércoles los dirigentes vinculados al NEO se golpeaban el pecho como grandes ganadores. Sostuvieron que Corral "no podría llevarle la UCR en bandeja al presidente Macri". A la vez, el intendente de Santa Fe reivindicó lo que hizo la convención local, pero pronosticó un alineamiento absoluto con Cambiemos el día de la convención nacional.
De la lectura fina del documento también se observa un punto futuro de fricción. Pese a que se habla de Frente Progresista, al integrar la UCR Cambiemos a nivel nacional, la coalición santafesina deberá modificar esa nomenclatura.
Al margen de especulaciones, balances y roscas interminables que seguirán hasta el fin de semana, la verdad de la historia respecto de ganadores y perdedores se sabrá el día del cierre de listas. En el macrismo algunos se restregaban las manos por la situación y otros avizoran algún pedido de explicaciones a Corral respecto de por qué no hubo más apoyo explícito a Cambiemos en la resolución, donde casi ni se mencionó al espacio de gobierno oficialista.
"Al margen de lo que diga cada uno, lo que pasó en la convención radical consolida lo que sostenemos hace tiempo en el PRO: juegan y cobran en todos lados. Y no sueltan ni de cerca al socialismo", fue el razonamiento que hizo una espada macrista, apenas enterado de la decisión.
Los radicales vienen siguiendo de cerca las encuestas en Santa Fe, que coinciden con una buena aceptación a la gestión de Miguel Lifschitz justo cuando se hizo más pronunciada la caída de la gestión de Macri. Eso calmó la idea secesionista más pronunciada que algunos tenían hace meses, por caso el presidente de la UCR santafesina, Julián Galdeano, quien había pronosticado que a diputado nacional casi todo el radicalismo iba a estar con Cambiemos. Pero esto aún no terminó.
Si el radicalismo no concurre mayoritariamente en alianza con el PRO a las elecciones a diputado nacional, crecerán las acciones de los postulantes macristas, que ya fueron citados en esta columna el jueves 16 de marzo pasado. Mucho más si Corral decide no ser candidato a diputado nacional. "Si José es candidato se alinearán más radicales, pero si decide no presentarse habrá dos ganadores: el PRO y el socialismo".
A la par de que festejan no ir con Cambiemos, algunos dirigentes radicales encuadrados en el NEO están planteando una candidatura a diputado nacional de Maximiliano Pullaro, si es que Antonio Bonfatti no es de la partida. Se viene un profuso juego de nombres potenciales para integrar las boletas, un clásico de la política santafesina.
Curiosamente, en el peronismo se vive una calma inédita. Muy lejos de aquellos duelos de posibles candidaturas con que se toreaban los distintos sectores, hoy ni siquiera está habilitado un proceso de casting para evaluar candidatos.
Frente a la idea de algún dirigente de jugar a fondo con la candidatura de la jueza Alejandra Rodenas —como se adelantó aquí en 2016—, hay quienes creen que lo más sensato es apostar a alguien que se vea referenciado en presidentes de comuna, intendentes y senadores. "No son momentos para un nombre estrafalario. Hay que hacer la mejor elección posible y obligar a los figurones a dar la cara, a jugarse. Si (Omar) Perotti quiere ser el candidato a gobernador bendecido por los peronistas en 2019, que aparezca ahora", dijo a LaCapital una fuente partidaria.
El 2017 estará atravesado por las urnas, aunque el proceso previo a los comicios sólo será consumido con interés por el círculo rojo. La sociedad tiene prioridades más urgentes pero que se vinculan con el resultado de las diferentes gestiones. Aquí, allá y en todas partes.
Lamentablemente, Santa Fe está lejos de representar cualitativamente lo que alguna vez fue en materia de oferta política. Empiezan a aparecer los candidatos barriletes, los impresentables y los que sin tener la mínima idea de lo que representa la política buscan un lugar bajo el sol.
Como siempre, será el humor social el que defina las partidas.
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