De un análisis de la evolución de la educación superior no universitaria entre 2003 y 2015 surge que la graduación de nuevos docentes no está aumentando al ritmo requerido por la prevista expansión en los próximos años de la escolarización obligatoria.
Según datos fríos, mientras la variación de la matrícula total de formación docente en el nivel superior no universitario aumentó 72 por ciento para el período 2003-2015, el crecimiento en la cantidad de graduados en ese nivel educativo resultó apenas del 14 por ciento para el mismo período.
La responsabilidad de orientar este nivel educativo le corresponde al Instituto Nacional de Formación Docente y al Instituto Nacional de Educación Tecnológica. Entre 2003 y 2015, se registró una gran expansión de la matrícula estudiantil correspondiente a este nivel superior no universitario.
Se destaca que la matrícula para la carrera docente crece al mismo ritmo que la matrícula técnico profesional (72 y 76 por ciento, respectivamente). En el caso de la graduación, no se comportan de esta manera homogénea, siendo del 21 por ciento el incremento en el caso de los graduados técnico profesionales, y de apenas 14 por ciento en el caso de los docentes.
Como se observa, la graduación anual de nuevos docentes apenas acompaña el crecimiento poblacional del país. Un solo ejemplo sintetiza el complejo escenario que deberemos enfrentar en los próximos años, cuando se considere el cumplimiento efectivo de la exigencia legal de universalizar la jornada escolar extendida (JEE) en el nivel primario.
En la actualidad asisten a la escuela primaria alrededor de 4,9 millones de niños en todo el país, de los cuales apenas alrededor de 700 mil reciben los beneficios de este tipo de escolaridad, es decir que tenemos aún pendiente incorporar a esta JEE nada menos que a 4,2 millones de alumnos primarios.
A este mero ejercicio, concentrado únicamente en el nivel primario, habría que agregar la gran demanda adicional que habrá en el futuro, cuando se universalice todo el nivel inicial escolar y también nuestra escuela secundaria, teniendo en cuenta las metas propuestas en el Plan Maestro presentado por el Ministerio de Educación de la Nación.
Pero la formación de nuevos docentes no es solamente un problema estadístico de crecimiento de la graduación de nuevos docentes. Aún está pendiente el grave inconveniente de la calidad en la formación de los nuevos maestros. Sería útil prestar atención a lo que hacen naciones que están bien encaminadas en este aspecto esencial del fortalecimiento del sistema educativo.
Países como Ecuador, Corea del Sur y Finlandia procuran que la formación de los docentes tenga plena jerarquía universitaria y, al mismo tiempo, lograr que los mejores graduados del nivel secundario de hoy sean los docentes de mañana. Desde ya que esto requiere de que los salarios de los docentes sean los mejores en toda la administración pública.
Alieto Guadagni / Director del Centro de Estudios de la Educación Argentina