—Usted me toma por tonto?
—Epa. ¿Qué le pasa que está tan enojado?
—Es que no me gusta que me mientan.
—Largue de una vez, ¿de qué habla?
—De varias cosas, pero para arrancar: ¿no era que se habían terminado los crímenes en Rosario?
—Hay menos.
—¿Y qué me dice de lo que pasó en las últimas horas?
—Bueno, terminar no se va a poder. Cada tanto...
—Escuche, no me versée. ¿No era que ya habían desarticulado a la banda de Los Monos?
—Casi.
—¿Y ahora atraparon a otro? ¿Pero cuántos son esos muchachos?
—Digamos que son una familia numerosa.
—¿Y el avión que secuestraron en Victoria? ¿Ya lo encontraron?
—No supe más nada.
—Vaya, déjese de embromar. A usted lo entretienen; a mí no me engañan.
—Usted dice que...
—Nada. Pero creo que todo sigue bastante igual.
—Mire que su presidente dijo ante el Congreso que bajaron los índices del delito en Santa Fe.
—¿Vio la cara de su gobernador cuando lo enfocaron? No parecía estar de acuerdo.
—No crea, no sólo sostiene lo mismo, sino que hay estadísticas que lo avalan.
—Déjese de joder. ¿Usted cree que la gente sigue haciendo la denuncia cada vez que le roban?
—¿Y cómo quiere medir entonces?
—No sé. Pero a mí me pareció que Lifschitz puso cara de “no exageres tanto Mauricio”.
—Puede ser. Tampoco da para cantar victoria.
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Macri y Lifschitz volverán a reunirse en Santa Fe.
Foto: La Capital/Archivo.
Amigos enemigos
—De paso. ¿El gobierno socialista es amigo o no de Macri?
—Depende...
—Le digo lo que me parece a mí.
—Dele.
—Creo que los socialistas más que ideológicos, son pragmáticos. Cuando quieren conseguir algo, se hacen los buenos. Y después, sácate.
—¿Qué quiere decir?
—Para que se entienda mejor. Por ejemplo ahora, están buscando que les paguen la deuda por la coparticipación.
—¡Pero por eso no van a elogiar al PRO!
—Más o menos. ¿Escuchó alguna crítica al discurso de Macri? ¿No se preguntó por qué no se diferenciaron en la negociación con los docentes?
—¿Usted cree?
—Y sino, ¿por qué dijeron que la paritaria no iba a tener techo y ofrecieron menos del 20%? La ataron al piso.
—A favor de ellos diré que hablaron de una cláusula gatillo por la inflación y que no pensaron en maestros reemplazantes como en Buenos Aires.
—Faltaría eso.
No quieren enterarse
—Lo veo contrariado.
—Es que me sacan las hipocresías. Como la de los funcionarios que debieron controlar a los micros que chocaron.
—Espantoso.
—Irresponsable, diría yo.
—Parece que ahora se determinó que no hubo falla de los conductores y que reventó una cubierta.
—¡Seguro que es así! Si a estas empresas no las controla nadie.
—Dicen que sí.
—No me joda, ¿El de Transporte de Santa Fe no se fue todavía?
—Creo que no. Pero vio que acá las cosas llevan un tiempo.
—Dígale que averigüe si es cierto lo que me contó un amigo de Rosario.
—¿Qué le dijo?
—Que al control técnico llevan un par de ómnibus nuevos y les cambian las patentes. Así les aprueban toda la flota pero ven sólo a dos.
—No puede ser.
—Mire, acá en Buenos Aires al lado del control técnico hay un taller que alquila cubiertas para que puedan pasar la revisión.
—¿Y nadie se entera?
—En estos casos, mi amigo, no quieren enterarse.
—¿Hay complicidad?
—No me haga suponer. ¿Es cierto que Monticas había aportado a la campaña del socialismo en 2007?
—Ya aclararon que fue cuando había otros dueños y que eran diez mil pesos que devolvieron.
—Los devolvieron hace poco y porque se los pidió la Justicia.
—No sé. Sí, no parece muy transparente. Se fue sin avisar.
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Tremendo impacto. El estallido de un neumático provocó el choque frontal entre los micros.
Se fue sin avisar
—Hablando de eso. ¿Qué pasó con la intendenta que se fue sin avisar?
—No fue así. Se nota que usted no la quiere.
—Me dijeron que se ausentó como 12 o 13 días y se olvidó de hacer el traspaso de mando.
—Si no son más de cinco días hábiles no es necesario.
—¿Y hay sólo cinco días hábiles en 12 días? ¿Además, en los feriados o fines de semana no se gobierna?
—No es tan grave.
—Un amigo de ahí que no los protege tanto como usted me contó que le tiene desconfianza a la presidenta del Concejo.
—¡Si están en el mismo frente!
—¿Y eso que tiene que ver? Mire a Giustiniani lo que le pasó.
—Es distinto.
—¿O será porque son mujeres y hay más recelo?
—¿Por qué lo dice?
—Porque me acuerdo ahora que cuando Binner era intendente, que no era de derrochar confianza en los que no eran del palo, le traspasó la Intendencia al radical Cribioli varias veces cuando este estaba al frente del Concejo.
—Los tiempos cambian.
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Acto. Fein y Omar Saab, de la provincia, en la apertura de ofertas.