—¡Por fin una idea innovadora! Me estaban faltando atractivos para viajar a Rosario.
—¡Por fin una idea innovadora! Me estaban faltando atractivos para viajar a Rosario.
—¿A qué se refiere?
—Tengo la solución para los problemas de la ciudad.
—¿Cuál es?
—Que el que diseñó los baños transparentes del Museo piense un arreglo para el tránsito. Ese muchacho tiene ingenio.
—Veo que no lo toma en serio.
—¡Al contrario! Seguro se le ocurre algo distinto.
—Están controlando los autos en horas pico y desviarán ómnibus.
—Pero eso es de manual. ¿A quien se le ocurre que puedan ir por la misma calle 26 líneas de colectivos?
—¿Y qué cree que se podría hacer?
—No sé. No tengo el talento del señor de los baños. Ese sí que es transgresor. A nadie le va a interesar las muestras de arte. Ve, ahí hay un ahorro: pone una y la deja todo el año. Total, el atractivo está en los sanitarios.
—Tal vez los cambien.
—Con que le pongan una cortinita sería suficiente.
—¡Que pacato!
—Hace tiempo que perdí contacto con la ciudad, pero creo que no debe haber mucha gente a la que le simpatice que la vean sentándose en el inodoro. Y después la saluden en la sala mirando una pintura.
—Igual, su idea es descabellada.
—Hágame caso. Tal vez al creador del unisex se le ocurra algo brillante. Por ejemplo para desalentar el tráfico, puede disponer que la gente vaya sacándose prendas a medida que se mete en un embotellamiento. (Los más pudorosos van a tomar otras calles). O que los autos puedan circular por las veredas.
—Eso ya ocurre.
—O un combinado que prevea escalas en los baños del museo para cortar el flujo de autos.
—Deje. Ya demasiado lío hubo cuando pintaron de negro al mismo museo.
—¡Ve! Ese hombre tiene estilo.
—Es de la misma escuela de aquel director que desfiló con una liebre disecada en los hombros.
—¡Cómo me perdí eso! ¿No puede hacer que lo repitan? Le lleno una trafic.
—Olvídese. No creo que la intendenta esté muy contenta.
Otra vez las obras hídricas
—Hablando de otra cosa. ¿A quien le creo: a la Nación o a la provincia?
—Se armó flor de tole tole con el tema de las obras hídricas.
—¿Eso mismo no había provocado ya la salida de un funcionario socialista?
—Sí.
—¿No sabe dónde anda ese hombre al que renunciaron y del que no se lo volvió a escuchar?
—Ni idea.
—Es la segunda vez que le reprochan a Santa Fe no haber presentado los proyectos de obras para evitar inundaciones.
—Ellos dicen que los hicieron y que están ejecutando obras.
—Me parece que los benefició la sequía y ahora los tapó el agua.
—¿Usted dice que explotó todo porque llovió demasiado?
—Algo de eso hay. Las obras clave nunca se hicieron.
—Tampoco se pusieron de acuerdo con la coparticipación.
—¿Mandan menos o más?.
—Y, depende quién lo diga. Con los números se puede hacer cualquier cosa.
—Hablando de eso. Felicite a los diputados que lograron que el gobierno revise lo de la autopista.
—Parece que no estaba tan claro por qué le perdonaban el incumplimiento a las empresas.
—Ojalá termine en sanciones económicas y al menos les prohíban presentarse de nuevo para hacer lo que ya antes no hicieron.
—No esté tan confiado. ¿No será para descomprimir?
—No se haga el periodista.
Si se fugan, al menos enumérense
—Escuche. Lo primero que debería hacer el gobernador es tomarle un examen a los comisarios para ver si saben contar.
—...
—No les pido que eviten la fuga de presos. Eso sería demasiado. ¡Pero al menos que sepan cuántos se fueron!
—Es cierto. Dijeron que eran diez y después se dieron cuenta de que uno estaba en otra sala.
—Hable con propiedad: Módulo de Detención Transitoria.
—¡Pero si llevaban cuatro meses presos ahí!
—Bueno, un tránsito lento que le dicen.
—¿Cómo hacen los presos para limar barrotes y que nadie los escuche? Podrían trabajar en las obras del centro por la noche.
—Los vecinos de la comisaría dicen que siempre escuchaban ruidos hasta altas horas de la madrugada.
—Debe ser porque se turnan para dormir. Si eran 42 en un lugar para 20.
—¿Cree que los dejaron escapar para cumplir con las políticas del área de seguridad?
—No creo. Si hasta tuvieron que trabajar: limaron barrotes, saltaron un muro.
—Podrían haberse numerado.
—Al menos ahora tendrán que buscar a uno menos.
—¿Vio que uno de los fugados tomó un colectivo para irse?
—Sí, tuvo suerte. Nadie le cree eso. Con lo escasos que son los ómnibus a esa hora.
—¿Y al comisario por qué no lo habían desplazado antes?
—No estaban seguros de las irregularidades que le denunciaron.
—Dígame que descubrieron la fuga en el cambio de guardia y estamos completos.
—Creo que fue así.
—Ahora, ¿no era que no había más presos en las comisarías?
—Las desocuparon y volvieron a llenarse. Se está trabajando duro contra el delito.
—No me tome para la broma.
—Es lo que dicen.
—Atienda. ¿Qué está pasando en Rosario con los muros?
—Los piden los clubes por la inseguridad.
—¿Y por qué no los hacen alrededor de las comisarías?