Nick Ut, el fotógrafo que inmortalizó a la pequeña
"El napalm es el dolor más terrible que se pueda imaginar. El agua hierve a 100 grados Celsius, el napalm genera temperaturas de 800 a 1.200 grados centígrados". Kim Phuc, nacida en 1963, todavía lleva el recuedo y las marcas de las quemaduras. Fue sometida a 17 operaciones de injertos de piel.
10 de septiembre 2016 · 00:00hs
"El napalm es el dolor más terrible que se pueda imaginar. El agua hierve a 100 grados Celsius, el napalm genera temperaturas de 800 a 1.200 grados centígrados". Kim Phuc, nacida en 1963, todavía lleva el recuedo y las marcas de las quemaduras. Fue sometida a 17 operaciones de injertos de piel.
Aquel día escuchó el grito de un soldado: "Tenemos que desalojar este lugar. Bombardearán y estaremos muertos". Segundos después vio las estelas de las bombas, amarillas y púrpuras, sobrevolando el templo donde su familia estaba refugiada.
La pequeña niña escuchó un estruendo encima suyo. El suelo se estremeció y un calor infernal sofocó la zona mientras un estallido escupió llamas anaranjadas en todas direcciones.
Las llamas alcanzaron el brazo izquierdo de Phuc. Su ropa de algodón se derritió al instante. Los árboles se convirtieron en ardientes antorchas. Impactada, salió corriendo por la Autopista 1 detrás de su hermano mayor. No vio a los periodistas extranjeros que estaban en la dirección hacia donde ella huía, gritando. Entonces perdió el conocimiento.
Nick Ut, el fotógrafo vietnamita de 21 años que tomó la foto, llevó a Phuc a un pequeño hospital. Ahí le dijeron que no había nada que hacer. Pero mostró su insignia de prensa estadounidense y pidió que los médicos la atendieran y le aseguraran que no la iban a olvidar. "Lloré cuando la vi corriendo", dijo Ut. "Si no la ayudaba, si algo le pasaba y moría, creo que me hubiera suicidado", confesó.
Al regresar a Saigón, reveló su rollo. Cuando salió la imagen de la pequeña, desnuda, temió que fuera rechazada. No lo fue. Un par de días después la imagen impactó al mundo. Y Ut encontró que la niña de algún modo había sobrevivido al ataque.